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El director danés compite en Gotemburgo por el Dragón, con su cinta Teddy Bear

Guardo un amor especial para las personas que no encajan: Matthiesen

El apoyo del gobierno de Dinamarca a la industria fílmica nos da independencia ante el cine comercial; hacemos películas con más calidad y más artísticas, comentó en entrevista

Enviada
Periódico La Jornada
Sábado 4 de febrero de 2012, p. 8

Gotemburgo, Suecia, 3 de febrero. La película danesa Teddy Bear (2011), de Mads Matthiesen, tuvo su premier en el apenas concluido Festival de Sundance que, además, le otorgó el premio a la mejor dirección.

Ahora, el filme, que versa sobre los prejuicios y el amor, compite para el premio Dragón a la mejor cinta nórdica, que se dará a conocer mañana, dentro del 35 Festival Internacional de Cine de Gotemburgo que finaliza el próximo lunes.

Entrevistado por La Jornada, Matthiesen (1976) expresa que Teddy Bear tiene que ver con encajonar a las personas, de acuerdo con ideas preconcebidas. Por ejemplo, el personaje principal de la cinta es un enorme fisicoconstructivista, con grandes músculos y tatuajes, que da la impresión de ser una mala persona. En la película, sin embargo, es un chico dócil y tímido.

Pero, el filme también tiene que ver con el amor, de ir a Tailandia en busca de él, algo muy común en el mundo occidental, porque las personas no logran concretar una relación en su lugar de origen. Así que viajan allí para comprar afecto, a la manera de conseguir una novia por correspondencia, apunta Matthiesen, quien trata de darle un giro. La madre del protagonista se empeña en mantenerlo a su lado, a pesar de sus 38 años de edad.

Alejado de lo predecible

Al igual que el musculoso Dennis tiene su corazoncito, el cineasta no duda que en un país tan lejano se pueda encontrar el amor verdadero. No pretendo decir que está bien o mal, sino que me parece incorrecto encajonar a las personas, algo a lo que nos inclinamos. Además, resulta divertido sorprender al público con una realidad que no se imaginaban, señala.

–¿Se trata de una situación común en Dinamarca?

–En toda Escandinavia; también Inglaterra o Alemania; es decir, en Europa hay muchas personas tal vez un poco extrañas, mayores o que no han logrado concretar su vida amorosa, que viajan allí –aunque también podrían ir a Rusia–, para encontrar chicas que, a la vez, buscan alguien para poder mantener a su familia. Entonces, se enganchan en una especie de relación amorosa, aunque también es difícil, porque los caminos del amor son muy diferentes.

Matthiesen tiende a trabajar con personajes que están un poco fuera de la vida social, que son solitarios, pero que tratan de integrarse: Amo ese tipo de personajes. He hecho cintas cortas con el mismo tema. El tipo de vida social que impera es difícil y hay que tener especiales dotes para ser muy sociable, si no, te hacen a un lado. Para mí resulta triste cuando eso le pasa a alguien nada más porque carece de talento para ser sociable. Guardo un amor especial para las personas que no encajan.

–¿Por alguna razón?

–No sé, tal vez yo también sea alguien que no encaja. Quizá todos nos sentimos un poco solos o no nos percatamos de que tenemos a otros a nuestro alrededor. Hay una tendencia en el mundo actual de vivir cada vez con más rapidez, y las personas se vuelven más egoístas, ensimismadas y concentradas en sus familias. No miran a su alrededor para ver cómo les va a los demás.

Teddy Bear, de hecho, salió del cortometraje Dennis, filmado por Matthiesen hace cuatro años. Así fue como encontró a Kim Kold, un fisicoconstructivista profesional, sin experiencia actoral, que hizo casting para el papel. El cineasta lo halló fantástico, hicieron el corto y con el tiempo empezó a trabajar en el largometraje.

Respecto de la industria cinematográfica en Dinamarca, el entrevistado dice que es pequeña, por las dimensiones del país, pero en contraste, la comunidad fílmica es inmejorable. El pasado Festival de Sundance tuvimos tres documentales en una competencia de 14.

Están pasando cosas “muy interesantes en cuanto a ficción y documentales. Las personas hacen un gran esfuezo por hacer buenas películas y las posibilidades están allí.

Como el gobierno apoya la industria fílmica la mayoría de las cintas se hacen con dinero gubernamental, situación que nos permite ser independientes frente al mercado comercial. Así que existe la tendencia de enfocarse en películas de mayor calidad y más artísticas. También hacemos cosas comerciales, pero definitivamente tenemos las oportunidades, porque no estamos controlados totalmente por el ambiente comercial.