Aun cuando el próximo periodo de sesiones del Congreso coincidirá con el proceso electoral, el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, dio a conocer una amplia agenda legislativa con las prioridades del gobierno federal, en gran parte integrada por leyes relacionadas con la seguridad pública: la ley de extinción de dominio, los cambios a la Ley de Seguridad Nacional, las reformas al Código de Justicia Militar y en contra del lavado de dinero, la nueva ley de testigos protegidos y la última iniciativa sobre cadenas delictivas, entre otras.

Poiré consideró que más allá de la importancia de las campañas políticas, el gobierno considera que es importante sacar adelante las reformas que el país y la sociedad necesitan. Además de citar extensamente las iniciativas que deberían ser aprobadas en este periodo, mencionó que impulsarán una reforma política e insistirán en que se apruebe la reforma laboral.

Sin embargo, el titular de Gobernación enfatizó en la prioridad que tienen los cambios jurídicos para fortalecer las instituciones de seguridad, y describió con un poco de mayor detalle la relacionada con las cadenas delictivas:

Si hay un grupo delictivo que opera de manera sistemática para la realización de una serie de delitos como pueden ser el secuestro, la extorsión, los homicidios, y se detiene a distintos elementos de esta organización delictiva, se le puede imputar responsabilidad, se le puede hacer parcialmente culpable por los delitos de toda la organización.

Aseguró que un esquema legal similar ha funcionado muy bien en el combate a la mafia siciliana, en Estados Unidos, Colombia y España, para eliminar el poder de las organizaciones delincuenciales.

Cuestionado sobre el énfasis en las reformas en materia de seguridad, Poiré lo atribuyó a la insistencia que se ha hecho al gobierno federal con no sólo combatir a los delincuentes aprehendiéndolos, sino también afectado en sus bienes conseguidos ilegalmente. Estos representan el negocio multimillonario del trasiego y la venta de drogas y otras actividades delictivas como el secuestro y la extorsión.

Por ello necesitamos mejores instrumentos para que aquellos delincuentes que ponen a nombre de terceros, de las formas más sofisticadas, con prestanombres de toda naturaleza, bienes multimillonarios, no puedan hacer uso de esos bienes.