Carlos Adrián Morales, mediocampista del Santos Laguna, celebró que los Guerreros se encuentren ubicados en el liderato, y aseguró que el equipo no está amargado por haber perdido la final pasada, al contrario, hemos sacado lo positivo de esa experiencia, cada vez estamos más convencidos de trabajar de la misma manera y pensamos llegar a otra final, aunque el torneo apenas empieza, falta muchísimo camino.

Morales señaló que no hay rencor hacia el silbante Marco Antonio Rodríguez, quien aún está suspendido tras sus fallas en la final entre Tigres y Santos. “Su castigo llegó porque nos mostró cartón amarillo al mismo tiempo –una tarjeta en cada mano– a (Héctor) Mancilla y a mí... Siempre he dicho que es muy prepotente, pero reconozco que tiene cualidades y sé que cuando regrese a las canchas se va a sobreponer”, comentó.

Amargados no estamos; somos un plantel con jugadores maduros. Si bien es cierto que no hemos conquistado el título, no cualquier equipo juega tres finales en dos años y nosotros lo hemos hecho... Estamos contentos por el partido del domingo, ante un rival tan complicado como Xolos, y porque hemos tenido un buen inicio, estamos con ganas y fe de seguir siendo un cuadro protagonista, agregó el atacante.

Vía telefónica, Morales consideró que el aporte de Benjamín Galindo ha sido clave para el buen andar de los laguneros. Es excelente, desde que llegó supo integrarse en todos sentidos y aspectos; lo mismo ocurrió con el preparador físico y los auxiliares. Estamos trabajando bastante bien, porque uno debe responder a ese tipo de personas que son abiertas, piden opiniones y saben escuchar, explicó.

Acerca de la situación de Marco Rodríguez, comentó: “Nos afectó, pero ya qué podemos decir, ¡nada! Escuché a Oswaldo (Sánchez) decir que se quedaron cortos con su castigo de cinco partidos, pero yo considero que no. Se trata de un árbitro con capacidades enormes, gran experiencia internacional, es mundialista; sin embargo, es muy prepotente.

“En ese momento yo le hablaba, le decía Profe, ‘oye Marco’, y como si le hablara a la pared, se volteaba hacia otro lado, caso omiso; en cambio, gesticula con aspavientos y esa parte de su prepotencia se le desbordó al momento de sacar las dos tarjetas... No sé si se le pasó la mano esa noche contra Santos, no creo que haya querido afectarnos, pero se equivocó y eso hoy lo tiene marginado.”

Morales aseguró que los Guerreros no guardan rencor al silbante. Imagino que le ocurre lo mismo que a un jugador cuando se equivoca; ha de estar ansioso por volver a la cancha en mejor forma que nunca. Ahí, en el campo de juego es el único lugar donde se puede enmendar y no tengo dudas de que así lo hará, concluyó.