Hijas de víctimas exigen a autoridades detener abusos
Domingo 29 de enero de 2012, p. 3
Alba tenía dos meses de nacida cuando su papá fue asesinado, y su mamá, Elda Nevares, detenida y trasladada al Campo Militar número Uno. Ahí, señala, Miguel Nazar Haro fue responsable de interrogatorios y torturas en contra de decenas de personas. Después su mamá fue liberada. No se sabe con certeza por qué.
Ahora, a los 33 años, Alba señala que tiene mucho coraje y un sentimiento de impotencia porque el ex titular de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) murió sin haber sido castigado.
En 2008 Alba se integró a la organización civil HIJOS. En ésta, afirma, me identifico, me siento a gusto con mi historia, que ahí se vuelve colectiva
, porque los integrantes de la agrupación luchan por lo mismo: la presentación con vida de las víctimas de desaparición forzada y el castigo a los responsables.
A su vez, Valentina sostiene que el deceso de Nazar Haro en la impunidad causa pesar y consternación, porque es otro (acusado de crímenes contra opositores) que muere sin haber sido
castigado.
Más grave aún es que las detenciones ilegales, torturas y desapariciones forzadas se sigan cometiendo, sin que las autoridades hagan algo que detenga esos abusos y menos todavía procuran justicia, abunda.
En HIJOS existe registro de unas 600 personas desaparecidas. De cada una se tiene nombre y apellido y las circunstancias en que se las llevaron.
Sin embargo, asegura Valentina, existen muchas personas que por desconocimiento o miedo no han denunciado la desaparición de amigos o familiares.
No es el caso de Alba, quien conoce bien la historia de sus papás, quienes eran profesores.
Está enterada de cómo, por ser parte del Movimiento de Acción Revolucionaria, guerrilla urbana clandestina, asesinaron a su padre, Elín Santiago Muñoz, cuando llegaba a una casa de seguridad, donde tendría lugar una reunión del grupo.
Era 1979 y la familia vivía en Coahuila. Junto con Elín Santiago fue asesinado José Luis Martínez. Después la policía detuvo a una integrante de la agrupación, quien a causa de la tortura de que fue víctima señaló a Elda Nevares, mamá de Alba.
Cuando los policías fueron por ella, lo único que pidió fue que a mí no me llevaran. Me quedé al cuidado de una vecina.
Por lo que Elda ha platicado y por el testimonio de su amiga Laura Elena Gaytán –a quien se llevaron en la misma ocasión–, además de las historias que ha escuchado en HIJOS, Alba lo tiene claro: el extinto Nazar era el responsable de los interrogatorios y las torturas en el Campo Militar número Uno.
Después de tres meses de la aprehensión, por alguna razón desconocida liberaron a una parte de los detenidos, entre ellos a Elda. Al parecer las gestiones que en ese momento hizo el Comité Eureka tuvieron éxito, pero sólo con algunos.
Actualmente Elda vive en la comarca lagunera y Alba está segura de que aún después de muertos tanto Nazar Haro como Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría serán juzgados siempre por la historia y la sociedad... ¡Hijos de puta!