Declaración de Tlaxcala, el arduo compromiso
os participantes en el segundo coloquio internacional La fiesta de los toros: un patrimonio inmaterial compartido, celebrado en la ciudad de Tlaxcala del 17 al 19 de enero de 2012, provenientes de Ecuador, España, Francia, México y Venezuela:
–Agradecen al pueblo tlaxcalteca su hospitalidad generosa; también agradecen al gobierno del estado de Tlaxcala, que encabeza el licenciado Mariano González Zarur, y al Instituto Tlaxcalteca de Desarrollo Taurino, dirigido por Luis Mariano Andalco López, que hayan facilitado la realización de las siete mesas de discusión, así como las respectivas actividades culturales, y reconocemos su absoluta disposición para fomentar y promover las iniciativas ciudadanas en materia de reconocimiento de la tauromaquia como manifestación cultural;
–Entienden que México, por su contribución valiosa a la historia de la Fiesta y al arte del toreo, su posición muy destacada en el campo del patrimonio cultural inmaterial, y el puente histórico que constituye entre las culturas y tradiciones de América y Europa, tiene particular vocación para involucrarse en el proceso de reconocimiento de la Fiesta de los toros como patrimonio cultural inmaterial;
–Celebran que en este país un comité científico se encuentre en proceso de elaboración de un argumentario que justifique la inscripción de la Fiesta en el inventario nacional del patrimonio cultural inmaterial, así como de su presentación ante la comisión interinstitucional competente;
–Se adhieren plenamente a la Declaración internacional sobre la Fiesta de los toros como obra maestra del patrimonio cultural inmaterial, cuyo texto figura en anexo, firmada en primera instancia por la Asociación Nacional de Presidentes de Plazas de Toros de España (ANPTE), la Asociación Internacional Taurina (AIT) y el Observatorio Nacional de Culturas Taurinas de Francia (ONCT), y refrendada por varias plataformas para la defensa de la Fiesta en los ocho países de tradición taurina, así como por numerosas comunidades autónomas y ciudades en estos países;
–Reafirman en particular que la muerte del toro en la plaza –y no en el corral o el matadero– con el consiguiente riesgo asumido por el hombre durante toda la lidia y en la suerte suprema, constituye el núcleo del ritual taurino y su mayor significado;
–Consideran que la inscripción por parte de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) de la Fiesta de los toros en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad constituye el objetivo último y legítimo a lograr para su reconocimiento a escala internacional;
–Llaman al conjunto de los ocho países taurinos, tal como lo prescribe la Convención de la Unesco del 17 de octubre de 2003 para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, a inscribir previamente este elemento patrimonial en los inventarios oficiales de los estados o comunidades autónomas y, en última instancia, del estado nacional, condición que ya se ha logrado en Francia;
–Abogan para que, con tal fin, se constituya en cada uno de estos países una instancia adecuada que agrupe a la vez a los profesionales del mundo taurino y a los representantes de la afición y de las autoridades políticas implicadas en el desarrollo de la Fiesta –como es el caso, por ejemplo, del Observatorio francés de las Culturas Taurinas– y para que, en el seno de esta instancia, un comité científico pluridisciplinario elabore el argumentario adecuado para establecer la ficha de inventario;
–Consideran indispensable que tanto en el campo científico como en los campos procesales y políticos se consolide la Coordinación Internacional para llevar a cabo este proceso en todos sus componentes. Esta coordinación es necesaria en particular para: redactar un argumentario con aspectos comunes y otros específicos, relativos a la historia de la Fiesta y a su peculiaridad en cada país, e intercambiar informaciones sobre el proceso de inscripción de la Fiesta en las listas nacionales, así como sobre las declaraciones de reconocimiento en las diferentes instancias políticas;
–Estiman oportuno que en el curso del año 2012 se reúnan los representantes de los diferentes comités científicos y de las agrupaciones encargadas de impulsar el proceso de reconocimiento, para preparar el paso definitivo, o sea la presentación de la candidatura de la Fiesta de los toros a su inscripción por parte de la Unesco en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.