Espectáculos
Ver día anteriorMartes 24 de enero de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Concluye el festival de Küstendorf, en Serbia
Enviado
Periódico La Jornada
Martes 24 de enero de 2012, p. a10

Mokra, Serbia, 23 de enero. En su primera experiencia como presidenta del jurado de un encuentro enfocado a estudiantes y directores incipientes, la actriz iraní Leila Hatami, quien ganó en la Berlinale del año pasado el reconocimiento como mejor actriz por su participación en A Separation –la cual por cierto obtuvo el Oso de Oro de ese certamen, así como el Globo de Oro en Estados Unidos hace una semana como mejor cinta extranjera– dijo sentirse sorprendida por la calidad mostrada en los trabajos que se presentaron en el Festival Internacional de Cine y Música Küstendorf, que la noche de este lunes terminó en la villa balcánica de Mokra, Gora, en Serbia.

Estoy impresionada por los cortos; se debe ser cuidadoso en la elección, más que si se tratara de un largometraje. Un festival como éste, donde pueden convivir grandes realizadores con los emergentes, es perfecto, afirmó la iraní, hija del director Ali Hatami.

Raika, reventón y cercanía

Cortos y largometrajes de directores como los hermanos Jean Pierre y Luc Dardenne (de Bélgica y dobles ganadores de la palma de Oro de Cannes), Nuri Belgi Ceylan (Turquía), Kim Ki-duk (Corea del Sur), Andreas Dresen (Alemania) y Abel Ferrara (Estados Unidos), se proyectaron en los cinco días en que la convivencia fue cercana, puesto que en el pequeño Küstendorf, pueblo reconstruido por Emir Kusturica, y donde vive, en dos minutos se puede llegar de una sala al café, al restaurante o al foro en el que cada noche se realizaron conciertos, en las que el raika, bebida tradicional serbia, algo así como el tequila de los Balcanes, corría al por mayor, junto con el reventón.

No se podía esperar menos. Con las espectaculares vistas de las peñas, las nevadas que vestían la villa de blanco y la casi extrema tranquilidad, Küstendorf se convirtió en refugio de jóvenes, quienes podían acercarse a los cinerrealizadores consagrados.

Terminó este encuentro, donde cortometristas de varios países intercambiaron ideas, así como experiencias, complementadas con las plásticas que se ofrecían. Se recibieron unos 200 trabajos, pero sólo unos cuantos compitieron.

En la ceremonia de clausura se reconoció a todos los participantes, pero sólo uno obtuvo el Huevo de Oro: el catalán Fernando Pomares, mencionado en estas páginas hace unos días. Alto sauce, que tendrá exhibición en la próxima edición del festival de Guadalajara dentro de unos días, se llama la cinta que se llevó el galardón principal.