Las autoridades capitalinas contaron con siete años para diseñar un plan de manejo de sus residuos sólidos, ante el cierre del relleno sanitario Bordo Poniente, pero les ganaron los tiempos, porque nunca tuvieron interés en cerrarlo, cuando técnica y jurídicamente estaba acotada su existencia por los riesgos que significaba, afirmó Miguel Ángel Vázquez Saavedra, director del Organismo de Cuenca del Valle de México.

El funcionario de la Comisión Nacional del Agua (Coangua) explicó en entrevista que la acumulación de 70 mil millones de toneladas de basura en 412 hectáreas constituye un riesgo por la fragilidad del suelo, por lo cual se solicitó cumplir con el convenio de concertación firmado en 2010, que implica no ingresar más basura al Bordo Poniente, promover la conversión de la planta de selección y regularizar la situación de la planta de composta.

Hasta el momento ha dejado de ingresar basura y las más de 20 mil toneladas almacenadas en una parte del terreno, por la falta de definición de un relleno en el estado de México, están siendo retiradas, pero el gobierno capitalino no ha acabado de resolver su tarea, aun cuando las autoridades federales hemos apoyado en esta transición.

Precisó que la determinación de cerrar esas instalaciones, que alcanzaron ya los 25 metros de altura, considerando la basura acumulada en el subsuelo, no es por una actitud voluntariosa, sino un razonamiento lógico, técnicamente soportado en los datos proporcionados por ellos mismos.

Además, en el Fondo Nacional de Infraestructura, dependiente de Banobras, las autoridades capitalinas cuentan con un apoyo de 361 millones de pesos a fondo perdido para el cierre del relleno y buscar un proyecto público-privado para la captación de biogás, por lo que tiene que buscar un socio, pero en la semana del 16 al 20 de enero, que prometieron saldría la convocatoria, no se ha hecho y no han cumplido con algunos de los requerimientos solicitados, comentó.

Mencionó que el gobierno federal les ha apoyado en esta materia, pero a ellos toca encontrar un lugar donde depositar su basura, porque en el bordo no entrará más, pues significa un riesgo estructural para los brazos derecho e izquierdo del río Churubusco, poniendo en gran riesgo la parte sur-oriente del valle de México.