En la actualidad existe una inercia por sobrevalorar la música y a los intérpretes europeos, así como de menosprecio hacia los mexicanos, considera el guitarrista e investigador Rául Zambrano, quien desde hace cuatro años radica en Bruselas, Bélgica, y que ahora está de visita en México para ofrecer un par de recitales en la Capilla Gótica, del Centro Cultural Helénico.

Fundador del cuarteto de guitarras Manuel M. Ponce y autor del volumen La historia mínima de la música en occidente, para Zambrano, sus estancia en aquel país le permiten tener cierta perspectiva de lo que ocurre en el ámbito musical del viejo continente, así como en el mexicano, y concentrarse en jornadas de estudio más ambiciosas, como profundizar en la chacona y las cuatro suites para laúd de Bach, cuya grabación está por salir en una versión para violín, chelo, piano y guitarra, con el sello Quindecim, adelantó el músico.

Respecto de la tendencia por sobrevalorar la música e intérpretes europeos y de menosprecio por sus homólogos mexicanos, en charla con La Jornada, Zambrano explicó que dicha inercia se justifica, pero también se inventa, hasta cierto punto.

Por una parte, puntualizó, Europa es un territorio relativamente pequeño y conectado, es así que por las grandes capitales, como Londres, París, Bruselas y Amsterdam, entre otras, se ve pasar de manera regular a distintos músicos, ensambles y orquestas de renombre. A ese primer nivel sí hay diferencia, pues es relativamente difícil que esos grandes artistas lleguen a México con la misma fluidez con que se mueven por Europa.

Por otro lado, nos encontramos con conciertos con aceptación anticipada, aunque en realidad no es para tanto, y que tienen además sistemas de organización con igual nivel de corruptelas que en otros países, pues en ciertos casos, lo importante no es el valor artístico, sino el comercial, destacó Zambrano.

Se dan producciones en las que uno puede apreciar que el trabajo realizado no es para tanto, que la orquesta y el programa interpretado no estuvieron tan bien resueltos, a lo que se suma una enorme ignorancia, añade el músico, pues siempre ha habido en Europa una gran arrogancia cuando se habla de esos temas, pues parece existir una negación anticipada para muchas cosas y una pérdida de asombro. Es increíble, por ejemplo, que los grandes músicos europeos no se animen a tocar a Heitor Villalobos, compositor latinoamericano por antonomasia, que tiene más de 50 años de fallecido.

Mientras en México se tienen fortalezas y debilidades. Por un lado, el sistema de producción cultural está muy viciado, pese a lo cual nuestra capacidad creativa y sigue dando frutos asombrosos. Tenemos, músicos, ensambles, producción discográfica, de muy alto nivel. En México, la guitarra es uno de sus puntos fuertes desde hace 50 años.

El talento del guitarrista Raúl Zambrano se podrá apreciar en dos recitales que ofrecerá en la Capilla Gótica (avenida Revolución 1500, San Ángel), el miércoles 25 de enero y el 8 de febrero, a las 20 horas.

El primero –dividido en dos partes– llevará como título El tañer y el pulsar. De Ponce a Bach. En la primera parte se interpretará música de Bach y la segunda, titulada Mi querido Manuel, estará basada en la relación artística y amistosa de Andrés Segovia y de Manuel M. Ponce.

El segundo recital, Elevación y Folía. Narración transcrita de una historia mínima de la música, con el cuarteto de guitarras Manuel M. Ponce, será un recorrido musical por piezas que van desde el Renacimiento inglés hasta el siglo XX, pasando por el barroco novohispano y el romanticismo vienés.