Cruz Azul apenas obtuvo el empate a un gol ante el Pachuca, pese a tener un hombre más durante 47 minutos, tras la expulsión de Mauro Cejas, y no pudo evitar al final llevarse la fuerte rechifla del insatisfecho público, aunque Enrique Ojitos Meza aseguró: No los oí.

Las anotaciones en el estadio Azul fueron obra del ecuatoriano Jaimen Ayoví al minuto 19, por los visitantes, y de Emanuel Villa al 29, por los de casa. Con la división de puntos, ambos cuadros llegaron a cinco unidades.

La Máquina tuvo un flojo inicio; el único que parecía presente en cuerpo y alma era Christian Chaco Giménez, mientras sus compañeros se mostraban displicentes, lerdos y desperdiciaron un par de acciones del argentino.

La sacudida para los celestes llegó al minuto 19, cuando los aplicados Tuzos tejieron un avance por la izquierda: Mauro Cejas cedió para Daniel Arreola, cuyo centro fue bien conectado por Ayoví, con remate preciso a quemarropa, imposible de contener para Jesús Corona.

Heridos, los Cementeros buscaron reaccionar. Omar Bravo anidó el esférico en la meta de los visitantes, pero la acción fue anulada porque antes el balón había rebasado la línea de fondo.

Giménez de nuevo se fue al frente y sirvió un excelente pase hacia segundo poste, donde Alejandro Vela se lanzó de palomita; sin embargo, no contactó la pelota y la opción se desperdició.

El dominio era de Tuzos. Meza habló preocupado con su auxiliar cuando Cejas generó otra oportunidad. No obstante, apareció de nuevo el enjundioso Chaco con gran centro que concretó Villa. El balón botó, Tito controló con el estómago y definió exacto ante la salida de Rodolfo Cota, para el 1-1.

Al minuto 43, el silbante Jorge Gasso expulsó a Cejas por golpear en el hombro a Néstor Araujo, aunque también el zaguero del Cruz Azul se llevó cartón amarillo por provocar y dramatizar la caída. La acción fue muy festejada por el público que ovacionó como si hubiese sido el gol de la victoria.

Israel Castro, de La Máquina, y Jaimen Ayoví, de Tuzos, durante el partido realizado ayer en el estadio AzulFoto Roberto García Ortiz

Para el complemento, Meza sacó a Vela e ingresó al habilidoso Javier Aquino, quien entró a la contienda entre festejos de quienes se anticipaban al deleite de verlo desbordar a sus rivales. El Ojitos hizo otro cambio: debutó al brasileño Maranhao en sustitución de Héctor Gutiérrez, al minuto 56.

Efraín Flores, timonel del Pachuca, metió a Juan Rojas, al 57, y 10 minutos después a Arturo Ledesma por el lesionado Leobardo López. En inferioridad numérica, la prioridad de la visita era defender, aunque propició sin mucha convicción algunos ataques.

Meza concluyó sus relevos con la salida de Omar Bravo, quien se fue otra vez entre abucheos, y dio juego al Chuletita Orozco. En la rueda de prensa, el timonel consideró injusto el trato para el sinaloense, quien la semana pasada colaboró en dos goles para vencer al Atlas. En el banco contrario, Flores sacó a Ayoví y metió a un recuperado Enrique Esqueda.

Flores se declaró muy triste, porque aun con 10 hombres el equipo merecía ganar... Hay muchas cosas que sigo sin entender. Se me hace extraño que el equipo con mejor futbol y mejor posesión recibiera más tarjetas... Estoy muy triste por el arbitraje, recalcó, tras la cuenta de siete cartones amarillos y una roja para los suyos.

Meza calificó al partido de muy complicado; aseguró que su equipo necesita tener no conductores, sino buenos transmisores de balón, e indicó que notó mucha ansiedad en sus pupilos y les falta madurez, que no es cuestión de edad, sino de saber simplificar el juego, explicó.

Por último, opinó sobre el debutante Maranhao: Estuvo no todo lo correcto que debía, hoy intentó algunas cosas que le conocemos, pero no le salieron.