Madrid, 21 de enero. El artista italiano Alighiero Boetti, uno de los precursores del arte povera (arte pobre) y referente del arte contemporáneo, creó un sistema de pensamiento basado en dualidades en el que llevó al extremo su reflexión sobre el arte, sobre ver y no ver, sobre la preconización de la muerte del artista. Estrategia de juego es la retrospectiva más amplia, profunda y crítica que se le ha hecho hasta ahora y que se inauguró en el Museo Nacional Reina Sofía de Madrid, con el propósito de recuperar su postura poética, que definieron como impredecible, lúdica y altamente inventiva.

Boetti (Turín 1940-Roma 1994) fue un artista fundamental en la segunda mitad del siglo XX, con un papel estelar en la creación del arte povera –que poco tiempo después criticaría y rechazaría por sus excesos– hasta por su comprensión y emulsión de la aportación estética y dogmática de Marcel Duchamp, cuestionando con crudeza la figura del artista en solitario.

El director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, es uno de los principales responsables de la retrospectiva a Boetti, tras empeñarse hace años en recuperar su figura y obra en esta época de crisis, en la que propuestas como la de Boetti ayudan a dar comprensión a nuestros días. Boetti preconizó la muerte del artista. Jugó, recreó normas y transgredió categorías mezclando lo provisional y lo inadecuado para conseguir una obra única, dijo en la presentación de la exposición, en la que fue vital la colaboración de la Tate Modern, de Londres, y el Museo de Arte Moderno, de Nueva York.

Los tres comisarios –Lynne Cock, Mark Godfrey y Christian Rattemeyer– eligieron las piezas que mostraban a Boetti a lo largo de sus distintas etapas creativas, en las que siempre intentó transformar materiales sencillos, seriados, industriales, en arte. El artista italiano trabajó con una amplia gama de herramientas, técnicas y materiales: papel, yeso, cristal, aglomerado, madera, tela... La muestra pretende recoger lo más singular desde que incursionó en el arte povera hasta que centró su trabajo en creaciones colaborativas, en las que cuestionó con mayor rotundidad la figura del artista solitario.

La muestra cuenta con, entre otras obras fundamentales, una selección de su serie Mappa, la más popular entre las realizadas por el autor, entre 1971 y 1994. Se trata de un conjunto de mapamundis de gran formato bordados a modo de tapices en colaboración con artesanos de Afganistán y Pakistán. Además, se podrá ver su Lampada Annuale (1966), una bombilla en una caja de madera que se enciende al azar únicamente durante 11 segundos al año, representativa de su producción povera; Ordine e Disordine (1973), tapices de letras de colores que el artista entregaba a bordadoras afganas y pakistaníes para que eligieran su composición final, o sus lavori biro, obras realizadas con bolígrafo por él y sus amigos y conocidos.

Lynne Cock explicó que para Boetti la creación colaborativa y no protagónica tenía especial importancia: valoraba trabajar con sus ayudantes y conocidos cercanos, así como artesanos de cualquier lugar del mundo. Así desarrolló un sistema de pensamiento creativo con varios principios de dualidad: norma y excepción, lógica e indeterminación, orden y desorden, singularidad y multitud, similitud y diferencia, clasificación y desbordamiento, masculino y femenino, ver y no ver.

Estrategia de juego se podrá ver hasta febrero próximo, y después viajará a Londres y Nueva York.