Sistemas de participación de garantía, mecanismo democrático para validar productos orgánicos
- Su uso, en mercados locales y nacionales permitirá expandir la producción
y comercio de cultivos inocuos
Fidel Mejía, promotor del Foro Tianguis Colectivo Tejiendo Redes
entre el Campo y la Ciudad. FOTO: Lourdes E. Rudiño |
Si bien es cierto que el interés de muchos
agricultores y consumidores
está en impulsar los alimentos inocuos,
libres de agroquímicos, más saludables
y amigables con el medio ambiente,
y que por ello la producción y los espacios de
comercialización de orgánicos están creciendo,
también es verdad que hay una serie de
obstáculos y retos que limitan esta tendencia.
Por ejemplo, hay una oferta limitada –hay
cultivos o alimentos que los consumidores
desearían conseguir de forma orgánica, pero
no están disponibles–, y los consumidores
quieren tener una garantía, una certeza, de
encontrar productos realmente orgánicos.
Estas consideraciones han estado en la mente
y en la actividad de los promotores de cultivos
orgánicos, y una respuesta que se está
encontrando es la “certificación participativa”,
también llamada certificación alternativa,
o más recientemente “sistemas participativos
de garantía (SPG)”, como los denomina
la Federación Internacional de Movimientos
de Agricultura Orgánica (IFOAM) .
Los SPG son sistemas que están aún en
proceso de definición (y que tienen mecanismos
y normas muy diferenciados,
considerando la diversidad de productores,
regiones y mercados), pero vienen a ser el
esquema de garantía para los productos
orgánicos que se venden en los mercados
nacionales y locales, y por tanto tienen el
potencial para genera mayor producción,
oferta diversificada y comercialización de
orgánicos y fortalecen los vínculos entre
productores y consumidores.
Ello, mientras que por otro lado continúan
vivos los sellos de calidad orgánica que otorgan
las llamadas agencias certificadoras –obviamente
a cambio de un pago por servicios–,
que hoy día siguen siendo indispensables
cuando el producto es para exportación.
Entre tales agencias certificadoras predominan
las internacionales, como OCIA,
Bioagricert, Quality Assurance Internacional
y Farm Verified Organic-Internacional
Certification Services, aunque también hay
nacionales, la más conocida es Certimex, todas
las cuales desde hace varios años realizan
una labor de certificación de café y miel orgánicos
mexicanos de exportación.
Fidel Mejía Lara, agricultor, agroecólogo y
promotor del Foro Tianguis Alternativo de
la Ciudad de México Colectivo Tejiendo Redes
entre el Campo y la Ciudad, hizo una
exposición al respecto en el propio tianguis,
y explicó que en América Latina promotores
orgánicos han realizado foros para hablar sobre
este asunto de la certificación”, y allí se
ha cuestionado qué tan válido es pagar un
servicio para tener un reconocimiento de la
calidad orgánica de los productos. Hemos
llegado a la conclusión de que a quien debemos
dar cuentas y garantía es a quien vamos
a entregar nuestro producto, es decir a los
consumidores”.
“Entonces (con los SPG) los consumidores
son los garantes, a través de un proceso práctico
y técnico, y dan fe de que los productores
están trabajando bajo el esquema de
los estándares orgánicos, sin necesidad de
que éstos pasen por el viacrucis que implica
la certificación por agencia”, misma que
implica mucha burocracia, comprobantes,
resúmenes y una serie de documentos que
muchos productores no pueden cubrir, pues
hay gente que no sabe leer ni escribir. Ello,
además del pago, que puede ser de 15, 20 o 30
mil pesos por hectárea al año.
Así, los SGP surgieron en Latinoamérica, y Brasil es el pionero. Estos SGP lograron
un reconocimiento por parte del Movimiento
Agroecológico de América Latina
y el Caribe (MAELA) y de IFOAM, luego
de una reunión realizada en 2004, en Río
Grande del Sur, Brasil con representantes
de productores orgánicos de 21 naciones del
subcontinente y otros europeos, donde se
habló de la urgencia de que los productores,
sobre todo los de pequeña escala, tuvieran
la posibilidad de contar con mecanismos
de certificación nuevos no burocráticos ni
costosos que les permitieran el acceso a los
mercados locales.
Los SPG “se diferencian de la certificación
de tercera parte o de agencias en que
cumplen con las normas orgánicas, pero
mantienen procedimientos de verificación
simples, mínima burocracia y costos mínimos,
y normalmente incluyen un proceso
educacional y control social que involucra
a los actores de la cadena productiva (productores
y consumidores). Esta forma de
certificación no tiene un costo directo al
productor, tiene características distintas a
los sistemas internos de control (SIC) y no
tiene como meta la exportación de los productos”,
señaló Fidel Mejía.
En la práctica, los SPG establecen la posibilidad
de que productores vecinos o grupos
de consumidores, o incluso técnicos realicen
“acompañamientos”, que no inspecciones
propiamente dichas, en los predios de los
productores orgánicos , para verificar que
realmente cumplen con las medidas necesarias
para denominar “orgánicos” sus cultivos.
Y eso, sin que haya un cobro de por medio.
“Algunos de los principios de los SPG son
que debe haber honestidad y responsabilidad
de todos los productores para producir
bajo las normas de la agricultura orgánica
(…) Los acompañamiento permiten tener
credibilidad y confianza de los consumidores
sobre las técnicas de producción orgánica
que se aplican; asimismo, que se establezca
una relación directa de intercambio, conocimientos
y experiencias entre los involucrados
y se genere una solidaridad, igualdad y convivencia
social que permita una relación justa
y democrática, además de que exista transparencia
en el proceso de acompañamiento”,
señaló Mejía Lara.
Comentó que hoy sólo cinco países en el
mundo tienen autorizado oficialmente, por
medio de legislaciones, este sistema de certificación
social. “Eso implica una corresponsabilidad
del Estado con los productores que
asumen esta posición”. El primer país que
obtuvo una legislación a favor de la certificación
social de productos orgánicos fue Brasil.
Y a él se han sumado Bolivia, Costa Rica,
Uruguay y México.
AGENDA RURAL
Evento: Fandango Manifestación
Son por la Tradición. Organiza: Son
por la Tradición. Lugar y fecha: Zócalo
capitalino, 21 de enero, de 10:00 a
18:00 horas. Informes: www.sonporlatradicion.
org
Agenda 2012: Colección de imágenes
inéditas- http://www.tlachinollan.
org/Invitaciones/agenda-tlachinollan-
2012.html
Libro: Plan de Ayala para el siglo
XXI. Coordinador: José Martín Velázquez
Pérez. Editores: PRD, CNPA,
UPM y Secretaría de Trabajadores
del Campo, Desarrollo Rural y Pueblos
Indios del PRD .
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Sin embargo, en México la Ley de Productos
Orgánicos aún no cuenta con su reglamento,
y no hay en la ley un reconocimiento
expreso a un sello de SPG. De cualquier
manera, los productores pueden generar localmente
sus sellos.
Según Mejía Lara, preocupa el hecho de que
la autoridad que debe dar seguimiento a esta
ley y fortalecer los mecanismos de los SPG
en México, el Servicio Nacional de Sanidad
Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica),
de la Secretaría de Agricultura, es el
mismo que atiende las peticiones de permisos
de cultivos transgénicos, tecnología que
resulta absolutamente contraria a la producción
orgánica.
Por lo pronto, el proceso de SPG está en
marcha. Por ejemplo, María de Jesús Bernardo,
de la Red de Alternativas Sustentables
Agropecuarias de Jalisco (RASA), comenta
que esta organización –que asocia a
300 familias productoras orientadas a lo orgánico,
en 15 municipios del estado– cuenta
con un comité “donde estamos estableciendo
los criterios y las normas agroecológicas
que van a regir dentro del mercado orgánico
en Jalisco, por medio de la certificación participativa.
Con base en las experiencias vivas
de la gente de otros mercados, sobre todo el
de Porto Alegre, de Brasil –que abarca como
20 calles y tiene trabajo y experiencias de 40
años– estamos impulsando esta propuesta
de certificación para un mercado, que pensamos
abrir dentro de poco”.
Este comité, dijo, esta trabajando con toda
una lista de campesinos, haciendo sus
propios procesos de inspección, sus propios
instrumentos, para poder certificar y
garantizar. Estamos ahorita formando un
comité regional que va a tener la capacidad
de certificar a muchos productores pequeños,
bajo el precepto de la confianza. Y no
cuesta nada.
De acuerdo con Fidel Mejía, los SPG permiten
“el empoderamiento de todos los participantes;
reducir la burocracia de los procedimientos
oficiales de certificación (con
agencias), y fortalecer la relación productorconsumidor
y campo-ciudad. Asimismo,
facilitan el desarrollo de los mercados locales
y reviven los principios de la agricultura
natural, ecológica, que siempre practicaron
nuestros antepasados” (LER).
¡El campo no aguanta más. El país tampoco!
¡Por un cambio verdadero del modelo agroalimentario y por un gobierno progresista!
Llamado a construir el Plan de Ayala para el Siglo XXI, a acordar un PACTO SOCIAL PARA EL CAMPO dentro de un nuevo proyecto de nación, y a participar con desición en las elecciones presidenciales a fin de conquistar un gobierno progresista.
El pasado 28 de noviembre de 2011 en
Ayoxuxtla, Puebla, un conjunto amplio
y plural de organizaciones campesinas e
indígenas y el Movimiento Regeneración
Nacional (Morena) nos reunimos para
conmemorar el centenario de la promulgación
del Plan de Ayala por el General
Emiliano Zapata y el Ejército Liberador
de Sur y para hacer un llamado al pueblo
de México a construir entre todos y todas
y desde abajo el Plan de Ayala para el
Siglo XXI, a luchar unidos por un nuevo
PACTO SOCIAL PARA EL CAMPO en el
marco de un nuevo proyecto de nación
y a conquistar un gobierno progresista
en las elecciones presidenciales del 1º de
julio de 2012.
Es por esto que las organizaciones campesinas,
indígenas y sociales abajo firmantes,
desde nuestra autonomía y pluralidad y con
plena independencia de los partidos políticos, hemos decidido unir nuestras fuerzas y
marchar juntos hacia la transformación del
país y convocar a los campesinos y campesinas,
a los pueblos indígenas, a los jornaleros
agrícolas, a las mujeres y jóvenes rurales, a
los y las migrantes, a los afrodescendientes,
y a las organizaciones populares y movimientos
sociales del campo y la ciudad, a
los estudiantes, académicos, investigadores,
intelectuales, artistas y ciudadanos de
a pie a construir juntos, entre todos y todas
y desde abajo, el Plan de Ayala para el Siglo
XXI y a organizarnos a lo largo y ancho de la
geografía rural de nuestra patria para impulsar
un nuevo PACTO SOCIAL PARA EL
CAMPO que sea fi rmado por la más amplia
coalición de fuerzas campesinas, indígenas
y sociales de México con las fuerzas políticas progresistas del país encabezadas por
el licenciado Andrés Manuel López Obrador,
precandidato presidencial de las fuerzas
progresistas del país, el próximo 10 de
abril, en que conmemoraremos combativamente el 93 aniversario del asesinato del
General Emiliano Zapata cometido por las
fuerzas federales de Venustiano Carranza.
Las organizaciones y comunidades campesinas,
indígenas y sociales que signamos
este documento hemos decidido
constituirnos en sujetos de un proceso
desde abajo, que se propone reconstruir
nuestra sociedad desde sus mismas bases
por medio de la resistencia y la construcción
de un nuevo proyecto de nación con
base en la justicia, la dignidad, la solidaridad,
la equidad, la participación, la diferencia,
la inclusión, la sustentabilidad y
la paz. Para esto nos comprometemos a
transformar la relación con nosotros mismos,
con el resto de la sociedad, con el Estado
y con la naturaleza. Necesitamos impulsar
cambios de fondo en la vida social,
económica y política de México. Luchar
por una mayor democratización, justicia
social y libertades. Para lo cual es necesario
luchar a favor de que México tenga un
gobierno progresista que deje atrás a los
gobiernos neoliberales del PRI y del PAN.
Llamamos a campesinos y campesinas,
indígenas, jornaleros agrícolas, mujeres y
jóvenes, migrantes, afrodescendientes, y
en general, de la población rural del país,
a construir el nuevo Plan de Ayala para el
Siglo XXI con la palabra de todos y todas
y a lo largo y ancho de nuestro México
rural, con base en los siguientes
Doce puntos para la discusión, enriquecimiento y construcción entre todos y todas y desde abajo del plan de ayala para el siglo xxi
1. El campo, los campesinos y pueblos
originarios serán considerados
como prioridad del nuevo proyecto de
nación y un asunto de la seguridad nacional
y humana. Se reconocerán y restituirán los derechos y la dignidad –valores
fundamentales de los campesinos
y campesinas, de los pueblos originarios
y los jornaleros agrícolas, de los migrantes,
mujeres y jóvenes rurales– para la
construcción de un nuevo proyecto de
nación y de un nuevo PACTO SOCIAL
PARA EL CAMPO y como sujetos plenos
de derecho, reconociendo nuestra autonomía
y calidad de sujetos productivos.
Lucharemos por eliminar el clientelismo
y el corporativismo en la relación del
Estado con la sociedad rural, promoviendo
el desarrollo de la ciudadanía, la
inclusión y el respeto pleno de los derechos
humanos, y para que se reconozca
nuestra capacidad de autoorganización,
autogestión y autonomía como sujetos
rurales.
2. Pugnaremos por el fortalecimiento
de la propiedad social de la tierra y
los recursos territoriales de ejidos comunidades,
pequeños propietarios y pueblos
originarios, revertiendo la contrarreforma
agraria salinista y reconociendo
los derechos, autonomía y capacidad
de manejo sustentable de los recursos
naturales por las comunidades campesinas
e indígenas del país. Se establecerá
una moratoria a los megaproyectos en
zonas campesinas e indígenas hasta en
tanto no sean concertados con ellas en
el marco del interés público y del interés
y los derechos de las propias comunidades.
Al mismo tiempo, se revisarán todas
las concesiones mineras otorgadas en la
última década a efecto de garantizar el
cumplimiento de las leyes, escuchar la
opinión de las comunidades, observar
si hay afectación al medio ambiente y
a los ingresos públicos. Se evitarán las
tendencias a la privatización de los terrenos
campesinos y las concesiones a
empresas privadas. Es importante que
las asociaciones campesinas se fortalezcan
manejando sus propios organismos
de ahorro, préstamos, crédito, comercialización,
capacitación, proyectos de mujeres
y otros servicios que requieren las
comunidades. Pugnamos por un campo
donde todos los tipos diversos de productores
y comunidades tengan cabida
y oportunidad para desarrollarse según
sus propias referencias y no impidan el
desarrollo de otros: los pueblos indios y
los agricultores modernos, capitalizados;
los campesinos tradicionales, de temporal
y los pequeños empresarios agrícolas;
los jornaleros agrícolas y las empresas
sociales.
3. La soberanía alimentaria, el derecho
a producir nuestros propios alimentos,
el derecho al trabajo, el derecho
a no migrar y el derecho humano a una
alimentación sana, suficiente y culturalmente
apropiada constituirán la nueva
base de las políticas agroalimentarias y
de desarrollo rural del país. Se establecerá
un sistema de precios remunerativos para
los productos de los campesinos e indígenas
y acceso al crédito e insumos. Se
renegociará el TLCAN a efecto de rescatar
la soberanía nacional en nuestro sistema
agroalimentario y garantizar la seguridad
alimentaria del país y la plena realización
del derecho a la alimentación para toda la
población rural y urbana. Se promoverá la
autosufi ciencia alimentaria sustentable y
de materias primas estratégicas, prioritariamente
a través de la agricultura en
pequeña y mediana escala, y el reconocimiento
de la enorme y rica diversidad de
sistemas agrícolas, promoviendo la producción
para el autoconsumo e impulsando
una política de acceso universal al crédito,
seguro, asistencia técnica y servicios
financieros rurales apropiados, de proximidad,
de propiedad y gestión social. Se
regularán los precios y se establecerá un
sistema de precios mínimos garantizados,
reservas públicas de alimentos y se prohibirá
la siembra de maíz transgénico en
nuestro país, porque sin maíz no hay país.
4.Se promoverá como política de
Estado la agroecología, el manejo
comunitario sustentable del agua y los
demás recursos naturales así como la
protección de la biodiversidad. Se impulsarán
políticas amplias para el mejoramiento
de los suelos, de reforestación
comunitaria y otras medidas que contribuyan
a mejorar el medio ambiente y a
disminuir los efectos negativos de la mayor
variabilidad climática. Un proyecto
social y generacionalmente responsable
en el manejo de los recursos naturales,
orientado no sólo a la conservación de la
dotación de suelo, aguas, bosques, pastizales, biodiversidad, etcétera, sino al
rescate y enriquecimiento de los mismos
para poder heredar algo mejor a las generaciones
futuras.
5. Se reconocerá el carácter multifuncional de la agricultura y de la
gestión de los territorios rurales, promoviendo
el desarrollo integral a partir del
control, autoorganización y manejo de las
comunidades campesinas, indígenas y de
pequeños propietarios. Se garantizará el
acceso a recursos productivos para las comunidades
rurales y, en especial para mujeres
y jóvenes rurales, para asegurar la
equidad, el empleo productivo y la plena
realización de los derechos humanos en el
medio rural. Un proyecto que promueva
el asociacionismo en todas sus formas,
que fortalezca los esfuerzos en marcha de
economía social y solidaria, por ejemplo,
de cooperativas de producción, de comercialización,
de cajas de ahorro, de fondos
solidarios, etcétera. Un proyecto que
promueva el desarrollo de actividades
productivas no agropecuarias para diversifi
car la economía del medio rural, tales
como el turismo alternativo, el desarrollo
de pequeñas empresas de servicios, o la
transformación de productos primarios.
6. Por un proyecto que le apueste al
desarrollo de capacidades comunitarias,
sociales y personales como recurso
básico para lograr los diferentes tipos
de desarrollo y no a la dependencia de
los apoyos gubernamentales. Donde los
subsidios, valga la redundancia, se apliquen
bajo el principio de la subsidiariedad:
nunca para sustituir la iniciativa o el
esfuerzo personal o comunitario; siempre
para quitarle a éstos los obstáculos
o para equilibrar situaciones asimétricas.
7. Un proyecto que revalore los aportes
del campo a la ciudad, para que
los habitantes de ésta reciban satisfactores
accesibles y de calidad y paguen con
gusto lo que realmente valen.
8. Un proyecto que combine lo mejor
de los saberes tradicionales y lo mejor
de las nuevas tecnologías en las actividades
productivas y en el manejo de los
recursos naturales. Que permita el rescate
de técnicas, de semillas, de plantas, de
especies tradicionales o autóctonas a la
vez que promueva la adopción razonada
y adaptada de nuevas tecnologías.
9. Un proyecto que dinamice la economía
del medio rural mediante la
dotación de infraestructura social, de comunicaciones
y productiva impulsada por
la inversión pública: escuelas, caminos,
centros de salud, centros culturales, planteles
de capacitación y actualización, etc.
10. Un proyecto que contribuya decisivamente
al reconocimiento y
la reivindicación efectiva de los derechos
de las mujeres en todos los aspectos de
la vida en el medio rural.
11. Nos comprometemos a ser
portadores y portadoras de un
nuevo modelo de relaciones humanas
y de civilización basado en el respeto y
el amor a todas las personas, el cuidado
de la naturaleza, la primacía del interés
general sobre el provecho individual, la
sobriedad y el apoyo para que todas las
comunidades y las personas se consoliden,
florezcan y realicen al máximo sus
potencialidades en la libertad y en la paz.
12. Consideramos que para lograr
la plena realización de nuestro
Plan de Ayala para el Siglo XXI y el efectivo
cumplimiento de un nuevo PACTO SOCIAL
PARA EL CAMPO, requerimos no solamente
un nuevo proyecto de nación sino de un
gobierno progresista, nacionalista, social,
garante de los derechos humanos y con
fortaleza económica –es decir, un gobierno
de izquierda– para impulsar otro sistema
político, económico, agroalimentario, social
y ambiental que responda a las necesidades
del pueblo y de la nación y sea capaz de regular
los mercados y desmantelar los monopolios
y las prácticas anticompetitivas. Necesitamos
rescatar al Estado y al gobierno,
con nuevas políticas públicas, programas y
servidores públicos comprometidos con el
desarrollo del campo y el mejoramiento de
las condiciones de vida y de trabajo de las
familias campesinas e indígenas.
ATENTAMENTE
¡Salvemos al campo
para salvar a México!
¡Regeneremos a México
para salvar al campo!
¡Participemos y decidamos el rumbo
del campo y del país!
¡Sin maíz no hay país!
¡Viva el Plan de Ayala!
¡Zapata vive. La lucha sigue!
Organizaciones firmantes: Consejo
Nacional de Organizaciones Campesinas
(CONOC),Asociación Mexicana de Uniones
de Crédito del Sector Social (AMUCSS),
Asociación Nacional de Empresas
Comercializadoras de Productores del
Campo (ANEC), Coordinadora Nacional de
Organizaciones Cafetaleras (CNOC), Frente
Democrático Campesino de Chihuahua
(FDC), Movimiento Agrario Indígena Zapatista
(MAIZ), Red Mexicana de Organizaciones
Campesinas Forestales (Red Mocaf), Central
de Organizaciones Campesinas y Populares
(COCYP), Unión Nacional de Organizaciones
Regionales Campesinas Autónomas
(UNORCA), Coordinadora Nacional Plan de
Ayala (CNPA Nacional), Central Campesina
Cardenista (CCC), Alianza Nacional de
Productores Agropecuarios y Pesqueros
(ANPAP–El Barzón), Alianza Mexicana por la
Autodeterminación de los Pueblos (AMAP),
Cooperativa Tosepan Titataniske (CTT), Unión
Campesina Totikes (UCT), Comunidades
Campesinas y Urbanas Solidarias Con
Alternativas (Comcausa), Comité de Defensa
de los Derechos del Pueblo (CODEP), Frente
de Pueblos Indígenas en Defensa de la
Madre Tierra
PLAN DE ACCIÓN ENERO - ABRIL
Para construir desde abajo y entre todos y todas el
Plan de Ayala para el Siglo XXI y organizarnos a lo largo
y ancho del campo y fortalecer nuestras acciones
para contribuir a ganar las elecciones presidenciales
del 2012, proponemos el siguiente plan de acción
de enero al 10 de abril de 2012, fecha en que fi rmaremos
el nuevo PACTO SOCIAL PARA EL CAMPO,
con base en el Plan de Ayala para el Siglo XXI, con el
Frente Progresista, Morena y su candidato a la presidencia
de la República, el licenciado Andrés Manuel
López Obrador:
ENERO, FEBRERO, MARZO Y ABRIL:
-Difusión amplia de la presente convocatoria en
todos los ejidos, comunidades, organizaciones sociales
del campo y de la ciudad, académicos, intelectuales,
artistas, medios de comunicación, ciudadanos
de a pie.
-Realización de foros, encuentros, talleres, reuniones,
seminarios para la discusión y enriquecimiento
del Plan de Ayala para el Siglo XXI en todas las
organizaciones, ejidos y comunidades; a nivel local,
municipal y estatal.
-Vinculación con el Morena para difundir el nuevo
proyecto de nación y la plataforma electoral, así
como para contribuir al fortalecimiento de la organización
y participación de la sociedad rural en la
promoción y defensa del voto en la jornada electoral
del 1º de julio de 2012.
FEBRERO:
-13 de febrero: Participación en el Foro Temático
Rescate del campo y soberanía alimentaria, en Culiacán,
Sin.
-15 de febrero: Participación en el Foro Temático
Derechos y Cultura de los Pueblos Originarios, en
Oaxaca, Oax.
MARZO:
-10 de marzo: Encuentro Campesino Sur, en San Cristóbal
de las Casas, Chis.
-17 de marzo: Encuentro Campesino Norte, en Zacatecas.
-24 de marzo: Encuentro Campesino Binacional, en
Los Ángeles, Calif.
ABRIL:
-10 de abril: Encuentro Nacional Campesino/Morena/
Frente Patriótico/AMLO para dar a conocer el Plan de
Ayala para el Siglo XXI y fi rmar un nuevo PACTO SOCIAL
PARA EL CAMPO, en la Ciudad de México o Morelos. |
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