Viernes 20 de enero de 2012, p. 3
Sisoguichi, Chih., 19 de enero. Durante el año pasado, 28 personas murieron por desnutrición en los 22 municipios de la Tarahumara, confirmó el gobernador César Duarte Jáquez. Dijo que se mantendrá el programa alimentario emergente fondeado con recursos estatales, aun cuando el gobierno federal no ha destrabado fondos.
Veintiocho muertes son muchas; estamos operando, porque el hambre no sabe de reglamentaciones y trámites burocráticos
, afirmó ante unos mil 500 indígenas reunidos en esta comunidad del municipio de Bocoyna, donde se esperaba la presencia de Heriberto Félix Guerra, secretario de Desarrollo Social, quien canceló de último momento su gira para atender el problema de la contingencia alimentaria producida en esta región por la sequía y las heladas.
Duarte insistió en que aun cuando en 2011 se redujeron las muertes por desnutrición, comparadas con las 47 de 2010 –año en que no hubo sequía–, todavía no se tiene una solución a fondo para atender las causas estructurales de la pobreza extrema, la marginación y el hambre ancestral en la Tarahumara.
El programa alimentario emergente es una medida para que sean menos los problemas de la gente serrana, ahora que no hay que comer
, reiteró, y negó que él acuda a las comunidades a entregar apoyos sólo para tomarme la foto con ustedes
.
Siento vergüenza de lo que pasa aquí. Siento vergüenza de que en la Universidad Autónoma de Chihuahua una sola mujer indígena esté graduada hasta ahora como abogada, cuando ustedes son los dueños de esta tierra; por eso vamos también por soluciones de fondo, con educación, infraestructura y proyectos productivos que den ingresos
, dijo a las familias rarámuris reunidas para recibir despensas, pero ellos no pudieron entenderlo, porque esta vez no hubo traducción del discurso del gobernador a la lengua tarahumara.
Con rostros ansiosos, mujeres, ancianos y niños esperaron formados y ordenados para recibir 50 kilogramos de maíz, 25 de frijol, dos cajas de leche y dos kilos de salchicha. Se prevé que el grano sea suficiente para que una familia de cinco miembros subsista los siguientes dos meses.
Más tarde, el mandatario estatal dijo a La Jornada que tiene toda la voluntad y va de frente
para combatir los cacicazgos que están en la base de los problemas estructurales de la región serrana y del rezago social y económico de las etnias que en ella habitan.
Puso como ejemplo el problema en la explotación de la riqueza forestal de la sierra, donde los caciques se aprovechan de los recursos y no entregan nada a los indígenas, y ellos son los dueños de todo esto
.
Aproximadamente 120 toneladas de alimentos aportados por ciudadanos de Ciudad Juárez –a convocatoria de todos los medios de comunicación locales, escritos y de radio y televisión– serán entregados a la diócesis de la Tarahumara para garantizar que lleguen a las etnias pima, guarojia, tepehuana y, desde luego, tarahumara, las más necesitadas en esa región.
La colecta, que estaba programada para realizarse en 24 horas, se prolongó seis horas más, hasta la noche del miércoles, cuando ya estaban llenos tres camiones de 40 toneladas cada uno.
La Universidad Autónoma de Sinaloa, por su parte, instaló en Culiacán un centro de acopio de alimentos, cobijas, ropa y medicinas para destinarlos a los indígenas de Chihuahua, informó el rector Víctor Antonio Corrales Burgueño.
Con información de Rubén Villalpando y Javier Valdez, corresponsales