Roma, 19 de enero. La compañía de navegación Costa Crociere, propietaria del crucero Costa Concordia, que naufragó el viernes pasado en Italia, se presentará como víctima en un juicio, porque además de la tragedia y el drama humano la empresa sufrió un daño inmenso, afirmó uno de sus abogados, quien precisó que la compañía no asumirá la defensa del capitán del navío, Francesco Schettino.

Al mismo tiempo, una joven moldava, quien fue vista cenando y bebiendo vino con Schettino poco antes de la catástrofe, sostuvo que el capitán ayudó a desalojar a varias personas.

Pasajeros atestiguaron que el capitán y la joven, Dominica Cermotan, estuvieron cenando y bebiendo. Schettino, casado y con una hija, declaró no haber bebido alcohol antes del naufragio.

En declaraciones a la prensa, el abogado Marco de Luca condenó el comportamiento de Schettino, acusado de haber desviado sin autorización la nave de su ruta causando el naufragio, que provocó la muerte de 11 personas y una veintena de desaparecidos, y de huir de la embarcación sin preocuparse por la suerte de los pasajeros.

El abogado precisó que la empresa no asumirá la defensa del capitán, quien fue suspendido de su cargo. La compañía es otra víctima en esta tragedia, agregó el abogado, y anunció que la firma colaborará con la justicia italiana.

El presidente de la firma, Pier Luigi Foschi, condenó públicamente el comportamiento del capitán, quien además abandonó la nave antes que los pasajeros, lo que viola uno de los principios básicos de la navegación.

Schettino se encuentra en detención domiciliaria en su residencia en el sur de Italia, después de haber permanecido durante cuatro días en la cárcel, lo que ha generado indignación por parte de los parientes de las víctimas.

Dominica Cermotan, una bailarina de ballet de 25 años, de doble nacionalidad moldava y rumana, contó que estaba cenando con amigos cuando ocurrió el accidente y negó que Schettino hubiese bebido antes de la colisión.

Todas las acusaciones que se oyen contra él son absurdas, declaró a Cermotan. Abandoné el barco a las 23:50, afirmó. El comandante todavía estaba trabajando en cubierta, añadió.

Según testigos, Schettino ya se había refugiado en tierra a las 24:30. Nunca regresó a bordo. Las operaciones de rescate prosiguieron hasta las 6 horas, indicaron los bomberos a los periodistas.

“El comandante del Costa Concordia es el mejor de la compañía. Hizo todo lo que había que hacer y salvó gente”, afirmó la joven moldada a medios de su país.

Sin embargo, el pasajero Angelo Fabbri aseguró en declaraciones al diario italiano Il Secolo XIX haber visto a Schettino beber durante la cena, y sostuvo: El mesero le sirvió la primera copa del decantador de vino, y más tarde el capitán se bebió hasta la última gota.

Según medios de comunicación italianos, los investigadores quieren interrogar a Cermotan, quien, afirman, no estaba registrada como turista ni como miembro de la tripulación del Costa Concordia.

La moldava supuestamente fue invitada al puente de mando por el capitán Schettino, poco antes de que la embarcación encallara contra unas rocas cerca de Giglio.

Según reportes de medios de comunicación italianos, Dominica Cermotan fue vista por los pasajeros bebiendo y hablando con Schettino antes de que se desencadenara la tragedia.

La joven declaró a la televisión de su país que estaba en la embarcación como invitada de la empresa de cruceros, para la que trabajó poco tiempo antes como azafata.

La tragedia se produjo durante la cena con sus ex compañeros, relató. Ello no explica por qué su nombre no figura en las listas de pasajeros y tripulación.