El nuevo maestro del cine japonés cumple hoy 65 años
Miércoles 18 de enero de 2012, p. a10
Tokio, 17 de enero. Los japoneses adoran al director Takeshi Kitano por su humor mordaz y su estilo directo, que no tiene en cuenta escalas de autoridad, como cuando hizo eco en su programa de televisión a una noticia que había leído en los diarios japoneses, que aseguraba que al inicio del accidente nuclear en la central de Fukushima, un ministro amenazó con despedir a los bomberos si no acudían a rociar agua a los reactores.
Pues que vaya él mismo a bombear el agua antes de amenazar a los bomberos
, dijo ante las cámaras, haciendo estallar en carcajadas al público.
Y él mismo se ve siempre entre lo cómico y lo serio. Mi sique necesita siempre de ambos extremos
, dijo en cierta ocasión el cineasta, quien es conocido en Occidente sobre todo por sus sangrientas películas en torno a la Yakuza (mafia japonesa).
Kitano, quien este 18 de enero cumple 65 años, es el menor de cuatro hermanos y creció en la periferia de Tokio. Su padre, alcohólico, fue un artesano que al parecer pertenecía a la Yakuza. Su madre se encargó de que Takeshi llegara a la universidad. Pero tras su participación en protestas estudiantiles, interrumpió sus estudios de ingeniería y comenzó a trabajar ocasionalmente como cómico en los años 70
Junto con Kiyoshi Kaneko formó el dúo de cómicos The Two Beats, que se dio a conocer por sus frenéticos e irreverentes espectáculos.
De ahí procede su sobrenombre Beat Takeshi.
Kitano se convirtió en uno de los cómicos más queridos de Japón y en una superestrella de la televisión. Su presencia se hizo diaria en múltiples programas. Todavía hoy sigue trabajando en la tv, pero ya no como cómico, sino como presentador o moderador de programas más serios sobre ciencia, arte o sociedad, en los que fija su posición sobre temas de actualidad.
Por ejemplo, consideró injusto que los habitantes del noreste de Japón estuvieran expuestos al riesgo de la central nuclear de Fukushima, mientras la población en Tokio permanecía a una distancia segura del lugar donde se produce la energía, de la que luego se beneficia. En su opinión, habría que construir en la bahía de Tokio una central nuclear, pues así sería como se garantizaría que la central sea segura y pueda superar sin problemas el peor de los terremotos.
En una encuesta realizada a más de 10 mil japoneses, de entre 20 y 59 años, se preguntó quién les hubiera gustado que dirigiera el país tras el terremoto y el tsunami del 11 de marzo de 2011. Kitano figuró en el primer lugar de la lista.
Sin embargo, en Europa se aprecia a Takeshi Kitano por su lado más oscuro.
Sus películas sobre la Yakuza giran en torno al honor, la amistad, la venganza, la traición o el deterioro de los valores. Desde el prolongado estatismo o la calma estalla la violencia, una que de alguna forma es como el humor. Ambos llegan de improviso
, dijo en cierta ocasión. Y cuanto menos predecible es una película, mejor
, añadió.
Durante muchos años sus cintas fueron ignoradas por sus compatriotas y sólo comenzaron a tomarse en cuenta cuando la crítica europea lo elogió
En 1997 obtuvo León de Oro por Hana-Bi, en el Festival de Venecia. A éste seguirían muchos premios, entre otros por la película sobre samurais Zatoichi.
En marzo de 2010, Kitano fue distinguido en Francia, donde su más reciente película, titulada Outrage, participó en el Festival de Cannes.
Además de trabajar en la pequeña y la gran pantalla, Kitano también pinta e imparte clases de arte. En breve se inaugurará en la capital japonesa una exposición con esculturas y cuadros suyos, la cual ya se presentó en París.