La exposición Las máscaras de jade maya, cuya exhibición debió suspenderse ante la cancelación del Año de México en Francia 2011, por primera vez será montada en el extranjero –en la Pinacoteca de París–, a partir del 26 de enero. Incluye dos joyas de esta milenaria cultura: las máscaras mortuorias del rey Pakal y de la Reina Roja.

También destaca la máscara de quien fue gobernante de Rovirosa, sitio ubicado en la ribera del río Hondo –cerca de la frontera con Belice–, pieza que fue robada y después recuperada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

La docena de máscaras que se exhibirán fueron restauradas durante años por expertos del INAH, tras haber sido halladas en diversos entierros del área maya y tienen alrededor de 2 mil años.

Algunas de esas piezas son las máscaras del rey Pakal, quien fue gobernante de Palenque, y de la Reina Roja, quien –según refieren investigaciones– podría haber sido su esposa y su osamenta fue hallada cubierta con cinabrio (mineral rojo).

También del legendario gobernante será exhibido su riquísimo ajuar funerario y reproducida la majestuosa y excepcional lápida que se halla in situ en el Templo de las Inscripciones en la zona arqueológica de Palenque.

De la Reina Roja destaca la pequeña máscara de jade, la cual fue hallada en 1994, junto con restos óseos, y restaurada tras varios años de investigación luego de que la osamenta fue descubierta en una pirámide ubicada junto al Templo de las Inscripciones, justo donde se halla la tumba del gobernante.

Ajuares magnificentes

La muestra estuvo en el Museo Nacional de Antropología, con el título Rostros de la divinidad: los mosaicos mayas de piedra verde, la cual fue visitada por más de 185 mil personas.

La magnificencia de los ajuares funerarios de cinco dignatarios mayas, 12 máscaras de piedra verde y la recreación de la tumba del rey Pakal podrá admirarse en la muestra que reúne 131 piezas.

En la colección destacan el corpus de máscaras descubiertas en templos prehispánicos de Palenque, Calakmul, Dzibanché y Oxkintok, así como collares, anillos, brazaletes, petos, pectorales y figurillas ceremoniales, colocados para acompañar a los gobernantes al xibalbá.

Sofía Martínez del Campo Lanz, curadora de la muestra y responsable del Proyecto Máscaras Funerarias, de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones del INAH, ha informado que la exposición se conformó tras la minuciosa restauración del esplendor y ritualidad de las máscaras y su asociación con lo divino.

Para la exposición que se abrió en agosto de 2010, en el Museo Nacional de Antropología, Martínez del Campo Lanz reunió por primera vez seis ofrendas funerarias completas pertenecientes a varios dignatarios: una de Palenque, Chiapas, dos de Calakmul, Campeche, dos de Dzibanché, Quintana Roo, y otra de Oxkintok, Yucatán. Esta última carece de máscara de piedra verde, pero posee un mosaico zoomorfo de concha.

También podrá ser vista una alfombra funeraria elaborada con cerca de 8 mil caracoles y semillas, que hace mil 600 años formó parte del ajuar de un dignatario de Calakmul. Mide un metro de largo por 25 centímetros de ancho, aproximadamente, fue restaurada y rearmada por Martínez del Campo, entre 2008 y 2009.

“A partir de que las tumbas fueron exploradas –explica la curadora–, las ofrendas se disociaron y los objetos se exhibieron en diversos museos; nunca se habían presentado en conjunto de la forma en que fueron encontradas originalmente, por lo que no había sido posible hacer una lectura completa para comprender su significado.”

La muestra, que concluirá el 20 de junio en el recinto parisino, fue cancelada el año pasado en Francia luego de los desaveniencias entre México y esa nación por el caso de Florence Cassez, la francesa condenada a 60 años de prisión por secuestro.

La exposición Las máscaras de jade maya cobra relevancia, debido a que el 21 de diciembre de 2012 será el fin del ciclo calendárico marcado por esta civilización, el cual consta de 5 mil 125 años y llega a la fecha 13.0.0.0.0, es decir, 13 baak’tuunes, 0 k’atuunes, 0 tuunes, 0 winales y 0 k’iines.

Este diario publicó el pasado 2 de enero que investigadores afirman que las especulaciones sobre el fin del mundo son completamente ajenas y extrañas al pensamiento de la civilización maya.

Para esta cultura mesoamericana, aseguran, 2012 es un año cualquiera, y sólo se celebrará el aniversario o jubileo de la creación.