El escritor Luis Jorge Boone lleva seis años viviendo en la ciudad de México, los mismos que le llevó escribir Las afueras, su segunda novela, publicada por editorial Era, en la que recrea los paisajes de Coahuila: el desierto, las carreteras, las leyendas...

El volumen, que se presenta primero en su estado natal y en marzo en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, hace referencia a muchas afueras: siempre estamos afuera de una historia; sabía qué elementos no quería narrar, sino rodear, sugerir, un poco asediar desde fuera con los acercamientos y alejamientos de los personajes, pero nunca tocarlos, que quedaran como un misterio sugerido, construido por una serie de presencias.

Otro afuera es cuando los personajes salen de la cotidianidad, las cosas importantes les ocurren siempre cuando están fuera de su rutina, cuando salen de la ciudad, cuando están en carretera o en un pueblito que no es el centro de ninguna vida social política o artística.

–En cierta forma también habla de ver las cosas desde otra perspectiva, que no sea el centro del país como el sitio donde se encuentra todo.

–Veo que de pronto hay una separación muy drástica entre las costumbres. Para un coahuilense o para quien vive en el norte es mucho más fácil ir a Estados Unidos y sentir una ciudad de ese país más cercana y suya que el Distrito Federal. Para alguien del DF es más fácil viajar a algún otro lugar de fuera del país que ir a cualquier otro estado que quede un poco más lejos de Puebla o Querétaro. Sí hay una separación y como una suerte de no pertenencia, pero lo que he aprendido en mis viajes es que al fin de cuentas somos los mismos: somos un mismo país. En Las afueras quise poner énfasis en otro lugar, que a lo mejor ni siquiera conocemos.

Luis Jorge Boone lleva seis años viviendo en el DF, los mismos que le tomó escribir Las afueras Foto José Antonio López

–O que sólo conocemos por la violencia actual.

–Uno siempre está buscando la parte que le interesa. Hay muchas novelas sobre el narco, sobre la violencia armada que se está viviendo ahorita, pero creo que más allá de eso hay otra vida. Yo la viví. La vivo: regreso a Coahuila cada que puedo. Lo he visto cambiar.

“Para quien no había puesto sus ojos en el norte, que no había notado que existe una vida rica con otro paisaje, otro clima, otra dureza, quizá dirán que el norte nació a partir del narco, de la violencia, de toda esta situación social que se vive; pero para mí siempre fue una posibilidad de vida, más áspera, más ruda, más dura, pero no creo que sea la única forma de hablar del norte. Hay muchas todavía y hay autores que lo están demostrando.

Hay gente que habla ciertamente sobre esta situación tan crítica a veces, pero también hay quienes estamos explorando otras cosas. Mi idea era contraponer, hacer un poco balanza, equilibrio. Una forma de hacer crítica es decir qué otra cosa, qué otro rostro puedo dar para que haya un contrapeso.