Ahora es en Argentina

Siguen las mineras
queriendo invadir comunidades

A finales de 2011, se realizó una caravana a la ciudad de Sunampa, ubicada en el centro-sur de la provincia de Santiago del Estero. Fue lo que se llamó la Marcha de los Pueblos, organizada por varias uniones de vecinos de las provincias de Cuyo y Córdoba para rechazar la minería.

En el proceso, la gente comenzó a investigar sobre la prospección de “tierras raras”, en Jasimampa, en particular la emprendida por Gaia Energy, aunque son varias las empresas de origen canadiense dispuestas que “se propusieron invadir la región”.

Al investigar, según afirma Norberto Costa, miembro de la organización Movida Ambiental, comenzaron a llegar empresas sin registro que hablaban de minería “pero sin dar detalles”. Luego apareció “Gaia Energy Argentina, propiedad de Gaia Energy Inc, a su vez propiedad de U308 Corp, una empresa canadiense especializada en la exploración de yacimientos de uranio”.

Cuando la gente se percató de la magintud de la prospección estaba implicada un extensa área desde Jasimampa hasta Sumampa, pasado por Ojo de Agua colindando con la provincia de Córdoba. Lo grave es que del otro lado de la carretera principal de la zona, la Ruta 9, comenzaba a operar también una empresa llamada Artha Resources, también empresas canadienses.

Para entender lo que esto implica, dice Norberto Costa: “Jasimampa es un paraje que está ubicado a unos 20 kilómetros de la ciudad de Sumampa, un pueblo importante. Yendo de Santiago del Estero hacia Córdoba, a la izquierda están las sierras de Sumampa, que no son muy altas, y del otro lado, las sierras de Ambargasta y las sierras de Córdoba, más al sur, a la derecha de la Ruta 9. Esta parte, que está como en un valle, tiene un suelo de conformación rocosa. Artha está hablando de un área de 60 mil hectáreas concedidas para su yacimento”.

De concretarse las exploraciones estaríamos hablando de varios parajes, toda la zona podría desaparecer: ahora pasan con aviones que detectan desde el aire los minerales que buscan y están cavando ya en las inmediaciones. Pero también hacen perforaciones de entre 200 y 300 metros de profundidad”.

Por supuesto, las comunidades están comenzando a organizarse y, al igual que lo que ocurre desde México hasta Tierra de Fuego, las comunidades rechazan tajantemente la minería.

Ojarasca