Madrid, 13 de enero. Cuatro días antes de que arranque en España el primero de los dos juicios por prevaricación que tiene pendientes el juez Baltasar Garzón, medio centenar de personas se manifestó hoy ante el Tribunal Supremo para denunciar la persecución política que sufre el magistrado, que intentó sin éxito abrir un espacio de justicia para las víctimas del dictador Francisco Franco, quien gobernó España de 1939 a 1975.

Hay una verdadera persecución política orquestada contra Garzón, dijo el escritor Luis García Montero, portavoz de la plataforma Solidarios con Garzón, que agrupa a destacados personajes del mundo de la cultura, entre ellos el cineasta español Pedro Almodóvar.

Garzón, de 56 años y suspendido desde hace casi dos como juez instructor de la Audiencia Nacional española, inicia 2012 en el banquillo de los acusados del Tribunal Supremo, que lo juzgará por prevaricación en dos causas que pueden acabar con su carrera, ya que podría ser condenado a hasta 17 años de inhabilitación.

El martes 17 arranca el juicio por la grabación secreta que ordenó de las conversaciones en prisión entre los abogados y los presuntos dirigentes principales en el caso Gürtel, un juicio de corrupción que salpica al Partido Popular de Mariano Rajoy desde 2009.

Y una semana después, el 24 de enero, arrancará el juicio que más expectación despierta y que ha comprometido la imagen del Poder Judicial español fuera de España. En él, Garzón será juzgado por su investigación de los crímenes del franquismo cometidos en la guerra civil (1936-1939) y la dictadura que impuso el gobernante de facto hasta su muerte en 1975.

Garzón puede convertirse en “el primer condenado del ‘caso Gürtel’ y la última víctima del franquismo”, lamentó hoy el portavoz de la plataforma Solidarios con Garzón, que califica los procesos contra el magistrado como juicios de la vergüenza.

Si España fue la cabeza de la justicia internacional debido al trabajo de figuras como Garzón, hoy estamos convirtiéndonos en el ridículo de buena parte de los debates jurídicos internacionales, añadió García Montero, en alusión a la persecución judicial que emprendió el juez contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet y los represores del régimen militar en Argentina, lo que le valió la candidatura al Premio Nobel de la Paz.

Esto huele mal y parece una campaña orquestada contra Garzón más que un deseo de defender las garantías judiciales a las que tenemos derecho los ciudadanos, dijo el portavoz de la plataforma durante la concentración de apoyo a Garzón, en la que se escucharon lemas como Tenemos memoria, queremos justicia, Depuración de los jueces fascistas y Tribunal Supremo, suprema impunidad.

Solidaridad con Garzón cree que los juicios contra el magistrado envían el mensaje de que los jueces que se atrevan a investigar casos de corrupción y molesten a unos y a otros podrán ser juzgados como el magistrado.