Washington, 13 de enero. El ejército de Estados Unidos identificó hoy a los cuatro marines que aparecen en un video en Internet, en el cual orinan sobre los cadáveres de milicianos afganos, como miembros de una unidad de francotiradores.

Una fuente militar que pidió el anonimato para no interferir con la investigación judicial en curso, dijo que dos de los implicados en este caso fueron interrogados por el Servicio de Investigación Criminal Naval, pero no están detenidos, y no especificó el lugar en que tuvo lugar este procedimiento.

El responsable castrense confirmó que los soldados que se ven en la grabación pertenecen a una unidad de francotiradores del tercer batallón del segundo regimiento de marines, con base en Campo Lejeune, Carolina del Norte.

Los dos militares interrogados siguen en activo, mientras que se tardó algo más en encontrar a los otros dos, aparentemente porque fueron transferidos a otro campo.

Su unidad estuvo desplegada en el norte de la provincia de Helmand, entre marzo y septiembre de 2011, periodo en que sin duda fueron grabadas las imágenes, explicó el informante.

El video aficionado muestra a los cuatro soldados orinando sobre los cuerpos de tres supuestos insurgentes afganos ensangrentados.

Los cuatro implicados podrían ser sometidos a una corte marcial por haber violado el código de justicia militar estadunidense, así como la Convención de Ginebra, que establece que los cuerpos de los enemigos abatidos deben ser tratados con respeto.

Los investigadores intentarán identificar e interrogar también a otras personas que pudieran estar implicadas, incluida la que grabó la escena, quien probablemente es un compañero de los ya identificados, según otro oficial del ejército.

Incluso mandos de esa unidad, responsables del comportamiento de sus hombres, podrían ser indagados en función de los resultados de la investigación, indicó.

Justificaciones y explicaciones

El comandante general del Cuerpo de Marines, James Amos, dijo que no descansaremos hasta que las denuncias y los acontecimientos hayan sido resueltos.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, llamó por teléfono al presidente afgano, Hamid Karzai, y calificó las acciones mostradas en el video de deplorables, mientras que el general Martin Dempsey, un oficial militar de alto rango de Estados Unidos, calificó los hechos de ilegales.

La celeridad con la que el Pentágono investigó e informó sobre este incidente busca desactivar una situación que puede minar el intento de diálogo con los talibanes para resolver el conflicto afgano, indicaron algunos analistas.

El jueves, Karzai se dijo profundamente perturbado por la profanación de cadáveres y exigió a Estados Unidos el castigo más severo para los culpables.

El momento es crítico para Washington, que necesita el aval de Karzai antes de unas eventuales negociaciones con los talibanes.

Los responsables estadunidenses temen que la población afgana presione a su presidente para que endurezca su postura, aunque parece que la indignación mostrada por las televisoras de ese país no se ha trasladado a la población.

Pese a la previsión de violentas manifestaciones antiestadunidenses, la situación en el país asiático permanecía en calma tras la oración de los viernes.