El sonido de su teléfono móvil interrumpió la Novena Sinfonía de Mahler
Tener eso en la conciencia es horrible
, expresó el melómano a un periódico de esa ciudad
Sábado 14 de enero de 2012, p. 4
Nueva York, 13 de enero. Un melómano dijo el viernes haber perdido el sueño después de que su teléfono móvil sonó en medio de un concierto de la Orquesta Filarmónica de Nueva York, provocando que los músicos dejaran de tocar, y ofreció disculpas por el incidente.
La orquesta tocaba los últimos compases de la Novena Sinfonía de Gustav Mahler, el martes por la noche, cuando el celular comenzó a sonar.
El director de orquesta Alan Gilbert no dudó: pidió a sus músicos que dejaran de tocar, sobre todo porque el tono de marimba
del celular continuaba, informó el viernes The New York Times, que entrevistó al culpable.
Los espectadores estaban furiosos con el incidente, que fue tema de varios blogs y denunciado en Twitter.
Tras lo que pareció una eternidad, el propietario del teléfono finalmente apagó el aparato, y el concierto pudo continuar.
Se puede imaginar lo terrible que es tener esto en la conciencia. Es horrible, horrible
, dijo el hombre a The New York Times a condición de no ser identificado.
Disculpas a atrilistas y oyentes
El responsable del incidente, un empresario sexagenario amante de la música que está abonado a la Orquesta Filarmónica de Nueva York desde hace 20 años, dijo no haber dormido las dos noches siguientes.
El miércoles recibió una llamada de un funcionario de la orquesta, quien le pidió que no se repitiera lo ocurrido. El hombre, que la filarmónica llamó cliente X
, pidió hablar con el director de la orquesta y se disculpó por teléfono.
El viernes, este empresario, todavía traumatizado por lo sucedido, extendió sus disculpas a todos los presentes esa noche a través de sus declaraciones a The New York Times: Espero que los presentes en el concierto y los integrantes de la orquesta puedan perdonarme. Les ofrezco disculpas a todos ellos
, dijo. Y finalmente explicó lo que había sucedido. Su empresa le había dado el teléfono un día antes y él creyó haberlo apagado antes del concierto. Pero la alarma-despertador estaba activada y comenzó a sonar. Apenas el director de la Filarmónica de Nueva York lo miró, se dio cuenta de que era su teléfono el que había interrumpido el concierto.