Jalapa, Ver., 11 de enero. El derrame de mil 500 barriles de petróleo al río Coatzacoalcos habría sido un sabotaje a instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) y no un hurto de combustible, como se planteó inicialmente, sostuvieron los delegados de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Sermarnat) y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en la entidad, Manuel Molina Martínez y Eduardo Silva Bolio, respectivamente.

Sin embargo, afirmaron que no tienen elementos para señalar una posible participación del crimen organizado, y que en la próximas horas se interpondrán las denuncias penales por daño a las instalaciones de la paraestatal y las afectaciones ambientales provocadas, lo cual es una situación grave.

Ambos funcionarios utilizaron el término sabotaje como sinónimo de actos vandálicos, y detallaron que los responsables de la perforación clandestina del oleoducto de 30 pulgadas Nuevo Teapa-Poza Rica, el 31 de diciembre, no tuvieron como objetivo el robo de combustible pues no se localizaron en el lugar indicios de carros cisterna o contenedores para trasladar el hidrocarburo.

Molina Martínez mostró fotografías de un hueco realizado a la barda perimetral de la estación de válvulas de Pemex conocida como El Polvorín, en el municipio de Cosoleacaque, que realizaron desconocidos para ingresar a la misma y dañar el ducto que transporta el petróleo.

Abrieron un boquete de unos 80 centímetros y una vez adentro, perforaron el ducto y colocaron una manguera de baja presión para esparcir el combustible sobre el río; no fue por robo, pues la maleza del lugar ni siquiera tenía huella de vehículo, detalló.

Sin señalar a alguien en especial, el delegado de la Profepa, Eduardo Silva Bolio, indicó que lo que sucedió en esas instalaciones de Pemex fue un daño a la paraestatal y una afectación intencionada al entorno ecológico al derramar adrede el hidrocarburo.

Lo que quisieron hacer fue lo que estamos diciendo, tirar el crudo, echarlo al río y contaminar con este hecho vandálico, manifestó.

–¿Al hablar de actos vandálicos se habla de sabotaje?

–Sí –respondió Molina Martínez.

–¿Y se sospecha de la delincuencia organizada?

–No sabemos, pero definitivamente el móvil no fue el robo del producto; lo único que quisieron hacer fue una regazón de petróleo –contestó a su vez Silva Bolio.

El delegado de la Profepa resumió que a Pemex lo están atacando, están atacando las instalaciones propiedad de la nación, y Pemex lo que está haciendo es remediar, y está teniendo gastos fuertes. Hay que ver es quién está haciendo esto y se tendrán que ver otras instancias para hacer investigaciones de otro tipo y buscar a los que cometen estos actos vandálicos, porque son muy graves.