Buenos Aires, 10 de enero. La justicia argentina investiga la denuncia de la joven Lorena Martins contra su propio padre, que tenía varios centros de prostitución en esta capital y en Cancún, México, país adonde llevaba mujeres ilegalmentre, lo que está revelando una oscura red de tráfico de personas, delito que se está combatiendo duramente en Argentina.

La joven Lorena presentó la denuncia con una cantidad de pruebas acumuladas contra su padre, Raúl Martins, un ex agente de la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side) durante 13 años, que está considerado como uno de los más importantes dueños de centros de prostitución en Argentina y también en Cancún, México.

En la denuncia se dice que Martins tenía contacto con Los Zetas y contaba con el amparo de diversos políticos mexicanos. Los detalles son abrumadores, como revelan las investigaciones recientes en Página 12 sobre el caso. La joven, que junto con su madre y hermanos fue abandonada por el padre en España, y a las que éste fue dejando sin bienes, logró fingir un rencuentro para conocer lo que realmente sucedía.

Así pudo vislumbrar un mundo terrible, lo que le permitió conocer cómo engañaban a mujeres para llevarlas a México con ofertas de trabajo y una vez que llegaban al lugar les quitaban sus documentos y eran puestas bajo un régimen de verdadera esclavitud.

El expediente se abrió ante la Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos (Ufase), que encabeza el fiscal Marcelo Colombo, quien atiende los casos de trata de personas, y la causa quedó a cargo del juez Norberto Oyarbide y el fiscal Gerardo Pollicita.

Pero lo denunciado también atañe a la Policía Federal, ya que la joven denunció los sobornos que se pagaban en 11 dependencias de esta institución, y además sostuvo que jefes e inspectores del gobierno de la ciudad de Buenos Aires cobran para evitar inspecciones y clausuras.

En esta causa declararán jóvenes que fueron llevadas a México. La denuncia abre la posibilidad de una investigación tan tortuosa que la ministra de Seguridad, Nilda Garré, ordenó por pedido de un juez que Lorena esté bajo la protección de la Gendarmería Nacional.

El pasado 29 de octubre dos sujetos intentaron secuestrar a Lorena con intención de asesinarla.

Martins ya había sido denunciado ante el fiscal José María Campagnoli por el delito de promoción y facilitación de la prostitución.

Su prontuario como ex agente de la Side y esas denuncias iniciales lo llevaron a vivir en Cancún, donde estableció un famoso prostíbulo, The One, que lleva el mismo nombre de uno que tiene en la zona turística de San Telmo, en esta capital.

Según señala Página 12, en México las autoridades federales acusaron a las del estado de Quintana Roo de encubrir a Martins, cuando se produjo un escándalo alrededor de este personaje.

Especialmente notable fue la facilidad con que el ex agente de la Side lograba visas para las jóvenes argentinas que trabajaban en sus prostíbulos: Divas, Ellegance, The One, Maxims (Playa del Carmen) y Mix Sky Lounge. El primero fue clausurado, pero el segundo reabrió después del escándalo.

De acuerdo con datos que tiene la justicia argentina, existe una orden de expulsión de Martins en México, pero esto no se concreta porque su equipo de abogados presenta continuamente amparos judiciales. Por ahora no puede salir de México porque no podría volver a entrar.

En sus investigaciones, Lorena descubrió que su padre vive con otra mujer, y que pasó a nombre de testaferros una enorme cantidad de bienes y cuentas; además pudo acceder a correos electrónicos donde figuran los sobornos que pagaba y la forma de reclutamiento de las víctimas del tráfico de personas.

Se les promete trabajo de recepcionista o de modelo, diciéndoles que pueden hacerles ganar muchísimo dinero. Les pagan los pasajes aéreos, les dan hospedaje y les prometen documentación para residir legalmente en México. Con la excusa de que necesitan los pasaportes para hacer los trámites migratorios y para asegurarse de que salden la deuda del pasaje, se los retienen, relató Lorena.

“Una vez instaladas se les van quitando las supuestas ayudas, como el hospedaje; les complican la situación migratoria y las colocan en situación de desamparo. A este proceso, mi padre lo llama ‘quebrar chicas’, y deriva en que van aceptando prestar ‘servicios’. Él se queda con la mitad de lo que cobra cada chica”, reveló también.

A las jóvenes argentinas, tanto Martins como su concubina, Percival, las hacen salir en modo obligado y con una tarifa total de 3 mil pesos mexicanos con los narcos con los que quieren quedar bien. Las chicas que se niegan son multadas. Incluso se conoce que Martins podría estar relacionado con el grupo de Los Zetas, dijo la joven. La causa puede abrir infinidad de puertas delincuenciales, lo cual se está investigando a fondo en este momento, aunque se prevé que seguramente encontrará obstáculos y peligros.