Buenos Aires, 10 de enero. Argentina anunció hoy que sus socios del Mercado Común del Sur (Mercosur) mantendrán la decisión de no permitir el ingreso a sus puertos de barcos con bandera ilegal de las Islas Malvinas, al responder a lo sugerido por el canciller británico William Hague, quien sostuvo que había logrado un cambio de posición regional.

Ante información periodística érronea el canciller (Héctor) Timerman se comunicó personalmente con sus pares Antonio Patriota, Alfredo Moreno y Luis, Almagro (de Brasil, Chile y Uruguay, respectivamente) quiénes confirmaron que sus gobiernos no habían modificado la posición del 20 de diciembre pasado de impedir el arribo a sus puertos de buques que enarbolan la bandera ilegal de las Islas Malvinas, sostuvo la cancillería en un comunicado.

En la pasada Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, de diciembre pasado, los mandatarios acordaron que los países del bloque no recibirán a ningún buque con bandera ilegal de las Malvinas, que es utilizada por diversas naves, en su mayoría pesqueras.

Las noticias señalaban que Gran Bretaña después de advertir a los países de la región que no sean cómplices de Argentina, al sostener que los habitantes ingleses de las Islas Malvinas no deben ser intimidados a través de presiones económicas y calificando la medida de bloqueo que violaba las normas de Naciones Unidas, expresó su satisfacción por las decisiones de Chile, Uruguay y Brasil, que según él, autorizaban la entrada a sus puertos de los barcos que porten otra bandera, incluida la británica.

Sin embargo, se conoció luego la información de que el canciller Hague, reconoció en el Parlamento de su país que ninguna embarcación inglesa podrá ingresar a los puertos del Mercosur y Estados asociados enarbolando la bandera de las Malvinas.

Agregó Hague que aunque su país no aceptaba la decisión de negarle la entrada a los buques con banderas de Malvinas, que consideramos no tiene basamento en ley internacional alguna, nuestra prioridad ha sido asegurarnos que los vínculos de comercio y negocios entre las Malvinas y Sudamérica no se vean comprometidos por esta declaración política.

Se analiza aquí que el canciller británico había pedido a los países del Mercosur que no participaran en el bloqueo económico de las Malvinas. En este sentido tantos esos gobiernos como la propia Argentina no consideran que se trate de un bloqueo y por lo tanto el canciller británico hizo una interpretación errada de esas respuestas.

El mismo Hague exige el cumplimiento de leyes internacionales, a pesar de que su país no ha cumplido con la resolución dictada por el Comité de Descolonización de la ONU en 1965 que exhortó a Gran Bretaña a negociar la soberanía de las Islas Malvinas, que ocupa desde 1833, con Argentina, país al que pertenece ese archipiélago.

El pasado 7 de enero el premier británico, el conservador David Cameron respondió a un comunicado de la cancillería de una semana antes que reclamaba el legítimo derecho de este país sobre las islas, que su gobierno estará permanentemente vigilante sobre las mismas negando cualquier negociación sobre las Malvinas.

El premier inglés dijo a los kelper (habitantes ingleses de las islas) que nunca las iban a poner en riesgo. Por eso debemos estar seguros de que nuestras defensas son fuertes, y eso es exactamente lo que estamos haciendo, sostuvo refiriéndose a la base militar implantada en el lugar, que constantemente recibe nuevas tropas, muchas de ellas procedentes de Afganistán e Irak. También se han realizado maniobras militares ilegales con presencia de barcos y submarinos.

Un mensaje de navidad enviado a los kelper por Camerón señaló que siempre vamos a mantener nuestro compromiso sobre cualquier cuestión de la soberanía. La base de nuestra política es el derecho de ustedes a la autodeterminación.

Esas fueron sus respuestas al reclamo argentino de sus imprescriptibles derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, que son parte de su territorio nacional.

Asimismo el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner advirtió que esa ilegítima ocupación se ve agravada por un provocativo y continuado desprecio del derecho internacional por parte de las autoridades de Inglaterra, que se niegan a reanudar negociaciones a pesar de la serie de resoluciones establecidas por la ONU.

La escalada británica es permanente y Cameron sostuvo que la negociación está fuera de cuestión, al igual que la soberanía de las islas.