Bruselas, 11 de enero. Los países europeos se orientan hacia un pacto presupuestario un poco aligerado para reforzar su disciplina común, según la última versión del texto sobre el acuerdo, que retira a la Comisión Europea (CE) el derecho de recurrir a la justicia en caso de derrape.

Desde diciembre los dirigentes de la mayor parte de los países europeos trabajan en un nuevo marco vinculante para limitar déficit público y la deuda. Prevé en particular la instauración de una regla de oro en todos los países para grabar a fuego el objetivo de cuentas públicas equilibradas y sanciones financieras casi automáticas cuando los déficit superen 3 por ciento del PIB.

La última versión del proyecto de texto, enviada la noche del martes a los gobiernos europeos, reduce el papel asignado a la CE. Ya no es cuestión de que redacte un informe cuando un país incumpla su promesa de inscribir una regla de oro sobre el equilibrio presupuestario en su Constitución o en una legislación de valor equivalente. Si el país en cuestión no responde a las conminaciones de Bruselas, corresponderá a las partes contratantes, es decir, a los otros países firmantes, recurrir a la Corte Europea de Justicia (CEJ).

Otra flexibilización del texto, que aún puede ser modificado, es que ya no se aplicarán de manera automática las sanciones financieras a los países cuando la deuda pública global derrape respecto al umbral máximo del 60 por ciento del PIB.