Desde septiembre, las piezas del artista australiano siguen fascinando a los visitantes
Las acuarelas irónicas, de sexualidad y enfermedad que conforman The path of misery, complementan la imagen del enigmático cantante
Ambas muestras concluyen el 5 de febrero
Domingo 8 de enero de 2012, p. 2
De la extrema realidad al mundo de la ironía... o viceversa. El orden de los factores no altera las sensaciones que producen dos de las muestras más importantes que se encuentran en uno de los recintos emblemáticos de la ciudad: el Antiguo Colegio de San Ildefonso. Una de ellas reúne nueve obras del australiano Ron Mueck, quien ha hecho del hi-perrealismo su fórmula para asombrar al mundo; la otra, son 30 acuarelas del cantante/artista plástico Marilyn Manson.
La primera, cuyos carteles pueden verse en espacios como el Metro y se anuncia como hiperrealismo de alto impacto
, se encuentra en la planta baja de San Ildefonso (atrás del Museo del Templo Mayor). A la entrada se dan las indicaciones: “no tocar, y las fotografías sólo pueden hacerse sin flash”.
Y como las ganas de tocar las piezas son muchas, antes de poner un pie en la sala se encuentran unos labios que deben ser los más acariciados del mundo: es una muestra del material usado por Mueck, cuya textura es muy parecida a la piel del cerdo.
Esta exposición se inauguró el 20 de septiembre y hasta el pasado 13 de diciembre la habían visitado 227 mil 307 personas.
Y ahora sí, quitados de la tentación, Mueck recibe al visitante con Mask II, el rostro de un hombre dormido; es un autorretrato. Todos los detalles admiran: la barba de dos días sin rasurar, las canas, el cabello, las pestañas, los párpados y el vello de las orejas; casi se le escucha respirar.
Cada una de las nueve piezas cuenta con al menos un vigilante, listo para pegar el grito ¡atrás de la línea, por favor!
a cualquiera que traspase ese límite en su intento por tomar una fotografía con el celular o acerque demasiado el rostro en aras de ver mejor.
Mujer con palos, sigue despertando la sorpresa de los visitantes; su rostro, el vello púbico, la piel de todo el cuerpo que, como en otras piezas, deja entrever las venas. Ella, al igual que la mujer gigante que se encuentra en la cama o el hombre desnudo sobre un bote, hacen que el espectador se pregunte si su mirada es de interrogación, de nostalgia, de recelo. Cada visitante recibe su propia respuesta.
La obra que se presenta en las instalaciones de San Ildefonso va de lo diminuto de un bebé a lo gigantesco de la ya mencionada mujer en la cama, o del pollo muerto y desplumado que se encuentra en la antigua Sacristía de la Capilla del recinto, y cuyo nombre artístico es Naturaleza muerta. Cuelga y gira sobre su eje. No queda fuera de la vista ningún detalle.
En una versión más pequeña, un hombre y una mujer yacen sobre la cama, medio desnudos, acurrucados, haciendo lo que en inglés se dice spooning y en español es el coloquial cuchareando
. Un hombre descansa sobre una cama inflable, de esas que se utilizan en las albercas para asolearse, pero no es agua lo que lo hace flotar, sino una pared y la posición que, para muchos, alude a un Cristo.
Nueve enigmáticas muestras de la obra de Mueck realizadas entre 2000 y 2009, en materiales como silicón, acrílico y fibra de vidio. Todas nacidas de la arcilla, material con el que el artista australiano comienza el proceso, según puede verse en la sala de video anexa.
El camino de Manson
Ahí termina un camino y comienza otro, el de la acuarela, técnica empleada por Marilyn Manson, quien, por cierto, también estudió teatro y periodismo antes de dedicarse a la música y, de manera más reciente, al cine. The path of misery se llama esta vereda, en la planta alta del edificio.
Las imágenes, 30, refieren un mundo de alucine, rostros, casi todos, con muecas extrañas, o hacen una llamada de atención como el de una niña en un cuadro llamado Cada mañana ella debería rezar para que los demonios devoraran a sus padres.
Enfermedad, sexualidad, ironía, plasmadas en estas piezas realizadas entre 1999 y 2008 por quien nació como Brian Hugh Warner, y que se complementan con un video en una sala separada.
Ambas exhibiciones concluyen el próximo 5 de febrero.
El costo de los boletos se divide en tres paquetes. El primero es de 45 pesos, con el cual pueden verse las exposiciones Ron Mueck, Sol y sombras de la fotografía moderna mexicana, y DF, penúltima región, ésta de Gerardo Suter (la cual finaliza el 15 de enero), y visitar el acervo del recinto (edificio y murales).
El segundo paquete, también de 45 pesos, incluye la muestra de Manson, Sol y Sombras...; DF, penúltima región, y el acervo; mientras el tercer paquete, de 80 pesos, da acceso a todas las exposiciones y al acervo. El descuento de 50 por ciento es para estudiantes y maestros con credencial vigente y tarjetahabientes Poder Joven. La entrada es gratuita para menores de 12 años y personas de la tercera edad (Inapam); los martes es entrada libre general.
El Antiguo Colegio de San Ildefonso se localiza en Justo Sierra 16, en el Centro Histórico. Su página de Internet es www.sanildefonso.org.mx