La decisión de trasladar la basura generada en el Distrito Federal a rellenos sanitarios de municipios mexiquenses no es una solución de fondo pues la respuesta está en hacer un mejor manejo de los residuos, además de que deben hacerse manifestaciones de impacto ambiental en los lugares donde se tiene planeado llevar la basura, consideró Sandra Guzmán, ex coordinadora de políticas públicas del Centro Mexicano de Derecho Ambiental.

La activista señaló que el paso que se debe tomar de manera urgente es invertir para hacer un mejor manejo de los residuos mediante reciclaje y haciendo uso del biogás.

Sandra Guzmán recordó que existe una propuesta de impulsar un centro de reciclaje y energía, el cual aliviaría la grave situación que se vive en la ciudad a causa de la enorme cantidad de basura que se genera. Cada persona produce diariamente un kilo y medio de basura, afirmó.

La activista consideró preocupante que en este momento de alta actividad política, los problemas ambientales quedan rezagados. Es necesario que los gobiernos los atiendan de manera urgente.

Por su parte, Jorge Villarreal, coordinador de programas de la fundación Heinrich Böll, señaló que la medida anunciada el pasado viernes por el gobierno del estado de México representa un riesgo y una oportunidad.

Es un riesgo si no hay un adecuado manejo de los desechos que pueden generar afectaciones en los cuerpos de agua cercanos; pero puede ser una oportunidad de contribuir a aliviar el cambio climático en la captación de metano mediante plantas de biogás con una ingeniería adecuada.

Apuntó que a nivel global, el metano ocupa el tercer lugar entre los gases de efecto invernadero causantes del cambio climático.

Por ello, dijo, puede ser productivo contar con una ingeniería adecuada que permita capturarlo en los rellenos sanitarios.

Los ambientalistas coincidieron en que hace falta una visión de largo plazo y una inversión importante para desarrollo de proyectos de reciclaje y manejo de residuos.

Hay que tomar previsiones para evitar daños colaterales que pueden ser, incluso, mucho más costosos en términos de finanzas públicas, señaló Guzmán.