Asunción, 5 de enero. La municipalidad de Asunción, la capital de Paraguay, desalojó este jueves a decenas de indígenas que ocupaban la Plaza Uruguaya, en el centro de la ciudad, y los realojó, provisoriamente, en un predio militar.

El dirigente de la etnia, integrada por varias familias, fue detenido y puesto a disposición de la fiscalía paraguaya, ante la protesta de algunas personas que se congregaron en el lugar.

No hubo incidentes y los hombres, mujeres y niños fueron llevados al regimiento 14 de infantería, donde se les dará alimentos, medicinas y alojamiento hasta que se decida el traslado a su lugar de residencia definitiva, informaron las autoridades.

Óscar Ayala, presidente del Instituto Paraguayo del Indígena, declaró a los medios de comunicación que no hay condiciones para adquirir las 8 mil hectáreas de tierra del distrito de Unión, departamento de San Pedro, reclamadas por comunidades indígenas.

El argumento es que esas tierras no son aptas para un asentamiento indígena, ya que el gobierno central y la municipalidad tratan de encontrar una solución global al tema y no solamente repartir tierras.

A los indígenas no hay que comprarles tierras, sino devolvérselas, declaró este jueves el sacerdote jesuita Bartomeu Meliá, antropólogo y conocedor de esa problemática en su país.

Criticó además que va contra cualquier sentido común comprar tierras para poner a pueblos diferentes que a las tres semanas estarán otra vez peleados entre sí.

La Plaza Uruguaya estuvo varios meses ocupada y ahora la municipalidad, además del desalojo, dispuso enrejarla para preservarla como espacio público común, ya que es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad.

Mientras, el presidente del Instituto Forestal Nacional, Luis Torales Kennedy, dijo que el incendio que afecta a tres parques naturales en Caazapá ha provocado daños incalculables.

En comunicación con la radioemisora Monumental 1080, Torales explicó que hay que saber la superficie y el impacto que hay para la diversidad.

Las llamas que afectan a la reserva de recursos manejados del Ybyturuzú ya fueron controladas, aunque la de San Rafael aún está complicado, según el director del Instituto Forestal Nacional. El tercer parque afectado es Caazapá.

Ahora, para controlar el fuego, depende de la naturaleza, no de la voluntad nuestra, indicó. La dirección del viento dificultó las labores de apagar el fuego, que comenzó la semana.