Martes 3 de enero de 2012, p. 17
Budapest. Miles de personas se manifestaron ayer en Hungría contra la nueva Constitución frente a la Ópera de Budapest, donde la cúpula del gobierno nacional celebraba la entrada en vigor del documento el primer día hábil del año. Los manifestantes exigieron además la renuncia del primer ministro Viktor Orban, de centroderecha. Quienes critican la Constitución, aprobada por la mayoría parlamentaria de dos tercios del partido gubernamental FIDESZ, consideran que representa un instrumento que va en contra del sistema democrático. Varios oradores subrayaron que continuarían considerando el país una república, pese a que la nueva Constitución establezca un cambio en la denominación: el país ya no será oficialmente la República de Hungría
, sino Hungría
. Si bien el nuevo texto también deja asentados los derechos fundamentales, recorta las facultades del tribunal constitucional y limita el grado de independencia de la justicia.