Nueva York, 1º. de enero. Cientos de manifestantes de Ocupa Wall Street regresaron a su rebautizado Parque Libertad anoche para festejar lo que llamaron su Revolución de Año Nuevo y, a pesar de una masiva presencia policial y algunos enfrentamientos y arrestos, afirmaron que su celebración marca el inicio de un año que será ocupado por ellos, coreando al filo de la medianoche ¿De quién es el año? ¡Es nuestro año!

Poco antes de la medianoche hubo altercados con la policía, después de que ésta ingresó para arrestar a un individuo. En respuesta, algunos manifestantes empezaron a quitar las barricadas de metal que rodeaban el parque, provocando jaloneos con la policía. Decenas de barricadas fueron amontonadas en el centro del parque donde, triunfantes, los manifestantes se subieron sobre ellas para continuar el festejo arriba de las ruinas de la jaula. A/anti/anticapitalista corearon, y otros respondían todo el día, toda la semana, ocupa Wall Street.

El mosaico de asistentes –de todas edades, todo tipo (sindicalistas, artistas, activistas comunitarios, veteranos de guerra, estudiantes) y de diversos orígenes raciales– comprobaba la vitalidad de esta expresión rebelde en pleno centro de esta capital financiera, cuna de un movimiento que apenas, afirman, está naciendo.

Más tarde, en la madrugada, hubo más reportes de arrestos (algunos informes dicen que se llegó a más de 60), mientras contingentes caminaban por las calles del East Village, otros cerca del Parque Libertad, con la policía ordenando el cierre del parque en un momento sin explicar la justificación legal para ello ni la razón de los arrestos en banquetas de algunos manifestantes. Una vez más hubo incidentes cuando policías intentaron suprimir la labor de periodistas, sobre todo fotógrafos.

Así, el año empezó advirtiendo que el movimiento, y el aparente susto que representa para las autoridades, que se inició en 2011, estará presente en el nuevo año.