De la población en general, 5.4% aprueba golpearlas por infidelidad, revela encuesta
55.5% de las personas adultas mayores están de acuerdo en que sean castigadas
Viernes 30 de diciembre de 2011, p. 35
La opinión entre los jóvenes en el país acerca de que se sancione a una mujer que aborta está prácticamente dividida: 47.5 por ciento se manifiesta en desacuerdo, frente a 44 por ciento que está de acuerdo, y 6.4 por ciento que opina que depende de la situación, según la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) en México 2010.
Resalta que quienes están más de acuerdo en que se sancione a una mujer que decide interrumpir un embarazo son las personas adultas mayores, con 55.5 por ciento.
En el sondeo, realizado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, sobresale que 17.8 por ciento de los jóvenes de 15 a 29 años (es decir, dos de cada 10) justifica pegarle a una mujer por infidelidad, si bien la mayoría considera que a las mujeres no se les debe golpear por ninguna razón.
En los resultados de la población en general, 5.4 por ciento manifestó estar de acuerdo en que se le pegue a una mujer por infidelidad.
En porcentajes menores (de 0.2 a 2.3 por ciento), los jóvenes consideraron justificable golpear a una mujer cuando ella es violenta, grosera, mala o insulta
o cuando comete un error o hace algo mal
.
Otras razones
que expusieron las personas consultadas para maltratar a una mujer fueron por desobedecer a su esposo o a sus padres
(0.8 por ciento), por maltrato o abuso de hijos
(0.4 por ciento), por incumplimiento de las labores en el hogar
(0.3 por ciento), y por cometer un delito
o por histeria, esquizofrenia o crisis nerviosas
(0.2 por ciento).
En la edición sobre los resultados específicos sobre jóvenes de la Enadis 2010 destaca que ese sector de la población manifiesta mayor discrepancia a la convivencia con personas no heterosexuales y con las que viven con VIH/sida.
En sentido opuesto, los de 12 a 29 años de edad presentan mayor disposición a convivir con personas con alguna discapacidad.