Las autoridades mexicanas atendieron este año a poco más de 13 mil menores migrantes que realizaban la travesía sin la compañía de un adulto y fueron devueltos por Estados Unidos.

El Instituto Nacional de Migración (INM) precisó que de esta cifra, 10 mil 783 son niños, niñas y adolescentes mexicanos, y 2 mil 561 extranjeros. De acuerdo con el organismo dependiente de la Secretaría de Gobernación, este nivel representa una reducción de 20 por ciento respecto al mismo periodo de 2010, cuando se recibió a 12 mil 919 menores repatriados por el vecino país del norte.

Con el propósito de proteger a este sector vulnerable de la población migrante, el INM aplicó en 2007 el Modelo de protección a niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados, donde también participan el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones.

Derivada de ello, creó la figura de oficial de protección a la infancia (OPI), agente especializado en la atención a la niñez migrante, sobre todo la no acompañada. A la fecha el instituto cuenta con 362 de esos agentes en todo el país.

En la Conferencia Regional de Migración (CRM), realizada en Chiapas en 2009, los representantes gubernamentales de los 11 países que la integran suscribieron los Lineamientos regionales para la atención de niños, niñas y adolescentes no acompañados en casos de repatriación, con lo que empezó la institucionalización a escala regional del modelo de protección aplicado por México. Los lineamientos tienen como objetivo fomentar la colaboración entre las naciones integrantes de la CRM.