A horas de que termine el año, decenas de personas acudieron al Mercado de Sonora en busca de una limpia, un amuleto, botellas con semillas y borregos para atraer las buenas vibras, encontrar empleo, tener salud o dinero a montones; mientras otros se volcaron a las tiendas departamentales, de autoservicio o en puestos del ambulantaje para comprar, como es tradicional, calzones amarillos o rojos, para atraer el dinero y el amor, en cada caso.

Hombres y mujeres por igual eligieron entre el bóxer, la tanga, el cachetero, la trusa, bikini o el de hilo dental que se pondrán el 31 de diciembre, para despedir el pésimo año que tuvieron o para desear que 2012 sea mejor que éste, y ahora sí salgamos con una buena chamba y una buena chamaca o muchachón, que cumpla con nuestros sueños, dijeron algunos de los vendedores consultados.

La edad no impide que muchos hombres maduros escojan unas tangas o bikinis de hilo dental ante la mirada incrédula de su pareja. ¿Qué tal si el próximo año encuentro novia y jovencita?, dicen algunos, mientras recorren con la mirada las rejas donde se encuentran colgadas las prendas de algodón, licra o poliéster; lisas o con frases chuscas, en los puestos callejeros ubicados sobre avenida Circunvalación o Eje 1 Norte.

Los calzones rojos o amarillos, entre las prendas más buscadas en los comercios del CentroFoto Jesús Villaseca

Ahora, los hombres son más atrevidos y como tienen de dónde escoger se aprovechan, señala Teresa López, quien junto con sus hermanas recorren los puestos para elegir la prenda íntima que usará este sábado, en espera de que su novio ahora sí me pida matrimonio. Ya son cinco años y nada. Así que además de mi calzoncito rojo, me hice una limpia completa y compré un amuleto. No puedo esperar más, tengo 32 años y si sigo así, no tendré hijos, sino nietos, comenta.

Para otras personas, lo importante es “barrer la casa en los últimos minutos del 31 para sacar las malas vibras, colocar monedas y manzanas rellenas de miel en un plato, y salir corriendo a la esquina con una maleta, para que el dinero, la prosperidad, la salud y los viajes no falten. Algunas veces funciona, pero cuando las cosas no salen bien, y no se tiene de dónde agarrarse, este tipo de rituales permiten por lo menos pasar un buen rato con la familia”, expresó Adriana Pérez.

Sin embargo, muchos otros, ante la falta de dinero, decidieron cambiar una prenda con su pareja para fortalecer su relación, o colocar una moneda en el zapato y un billete en la bolsa del pantalón, para que el dinero nunca falte.