Su discurso, interpretado como primer paso hacia una apertura política
Viernes 23 de diciembre de 2011, p. 31
Moscú, 22 de diciembre. Al presentar ante los miembros de las dos cámaras del Parlamento su último informe anual como presidente de Rusia, Dimitri Medvediev anunció este jueves que, antes de que abandone el Kremlin dentro de tres meses, propondrá a los legisladores ratificar una iniciativa de reforma al sistema electoral y de registro de partidos políticos.
El mandatario, que ya se ve despachando como primer ministro, en caso de que se haga efectivo el enroque y Vladimir Putin sea elegido como su sucesor en la presidencia en marzo próximo, se quiso despedir con un discurso breve –el doble de corto que el del año anterior–, y que pudiera interpretarse como un primer paso hacia cierta apertura política en Rusia.
Tres son los aspectos más llamativos de su propuesta de ley: el primero, devolver la elección de los gobernantes regionales mediante sufragio universal y directo –suprimido por Putin en septiembre de 2004, poco después del secuestro masivo de rehenes en la escuela de Beslán que acabó en una terrible tragedia–, aunque con una diferencia esencial.
Si bien los electores elegirán a sus gobernantes en las entidades federales, los candidatos serán propuestos únicamente por el titular del Kremlin, después de que el partido que gane las elecciones en esa región y sugiera una terna. En otras palabras, Medvediev propone una suerte de elecciones directas con filtro
presidencial.
El segundo también existía antes de imponer que todos los diputados de la Duma fueran elegidos mediante listas de partido para favorecer la opción oficialista, aparte de que muchos de los candidatos
, funcionarios de Estado, solamente figuran para atraer electores y después ceden sus escaños a dóciles que son desconocidos para la gran mayoría de los rusos.
El presidente Medvediev afirma ahora que hay que restablecer las 225 circunscripciones territoriales –la mitad de los escaños de la Duma– para que las regiones tengan representación proporcional en la Cámara de Diputados.
El tercer aspecto es hacer más sencillo el registro de partidos, lo cual no garantiza que puedan tener representación en el Parlamento, mientras persistan las dudas de la oposición de que el partido oficialista se beneficia del fraude.
Hasta hace poco, las autoridades invariablemente negaban el registro a muchas formaciones de izquierda y de derecha enfrentadas con el Kremlin, tras alegar que las firmas de apoyo eran falsas o con cualquier otro pretexto.
La legislación vigente, para registrar un partido político, exige 40 mil firmas y tener filiales registradas en no menos de la mitad de las entidades federales. Según la propuesta de Medvediev, bastaría con una solicitud de 500 personas que representen a 50 por ciento de las regiones de Rusia
.
Son cambios dictados por la presión de la calle, aunque habrá que ver si satisfacen a inconformes que este 24 de diciembre tienen convocado un nuevo mitin de protesta contra el fraude electoral.