Habitantes de Santa María Ostula, Michoacán, exigieron la presentación con vida de los comuneros desaparecidos Francisco de Asís Manuel, Javier Martínez Robles, Gerardo Vera Orcino y el menor de edad Enrique Domínguez Macías, así como castigo a los responsables de los secuestros y asesinatos de integrantes de esta comunidad indígena.

Señalaron que las autoridades de los tres niveles de gobierno han sido por lo menos omisas en garantizar la seguridad de los pobladores, pues a la fecha 28 personas han muerto, además de las que están desaparecidas.

El gobierno ni siquiera ha podido cumplir con las medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, señalaron cientos de miembros de Santa María Ostula, localidad que hace unos días sufrió otra pérdida: su dirigente, José Trinidad de la Cruz fue secuestrado y asesinado, sin que a la fecha se haya arrestado a los responsables, a pesar de que testigos ya los han identificado.

En un comunicado dirigido a la sociedad civil nacional e internacional resaltaron que, por su ubicación geográfica privilegiada, la comunidad nahua es objeto del asedio de intereses económicos por el potencial turístico, minero y de explotación de recursos naturales.

Igual resulta estratégica para ilícitos como el trasiego de drogas y armas, por lo que también padece el asedio de grupos del crimen organizado. Por ello exigieron respeto a la propiedad comunal de la tierra.