Miércoles 21 de diciembre de 2011, p. 31
Durango, Dgo. A consecuencia de la sequía, que lleva más de un año, unas 470 hectáreas de bosques se encuentran infestadas de gusanos, informó Miguel Ángel Olayo, delegado de la Comisión Nacional Forestal. La plaga, dijo, es muy común, pero la falta de agua hace que los árboles se debiliten y que prolifere el animal, principalmente en áreas con suelos delgados. Durante la primera quincena de diciembre se realizó un mapeo aéreo y se detectó que la zona de Otinapa, a 40 kilómetros de la capital, donde se inicia la sierra duranguense, están dañadas unas 350 hectáreas. El resto se encuentra en los municipios de Santiago Papasquiaro, Ocampo, Tepehuanes y Guanaceví. Con las bajas temperaturas, el gusano se anida debajo de la corteza, pero en cuanto empieza a hacer calor se propaga rápidamente
, por lo cual en enero se realizarán trabajos de saneamiento, anunció José Alejandro Pérez Alvarado, subgerente de Conservación y Restauración de la Conafor. Habrá zonas donde con la poda de ramas o el uso de insecticidas podría ser suficiente: sin embargo, este gusano se esconde bien en las cortezas, por lo que sólo puede exterminarse con la destrucción del árbol. Las autoridades no han podido localizar a los dueños de 50 hectáreas para notificarles del daño que presentan los árboles en sus terrenos, y si no se logra ubicarlos, la Conafor se verá obligada a podar sin permiso, advirtió.