Domingo 18 de diciembre de 2011, p. 18
El movimiento de los indignados en México realizó este sábado una posada en el campamento que levantaron frente a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), con el propósito de difundir el trabajo que han hecho en dos meses de resistencia y compartir reflexiones y experiencias, así como unir esfuerzos con otros colectivos
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En un balance, coinciden en que el movimiento ha servido como punto de partida a otras expresiones sociales y de reflexión sobre cómo alcanzar un esquema económico y social más justo, además de que lograron tejer redes con otras organizaciones y movimientos.
En cuanto a la generación de propuestas –dijeron–, han respondido a los sucesos ocurridos en los últimos dos meses, y el movimiento se ha centrado en tres temas fundamentales: asesinato de activistas y defensores de derechos humanos, la demanda contra el presidente Felipe Calderón ante la Corte Penal Internacional y problemas ambientales.
Señalaron que al principio las propuestas giraban en torno a esquemas de economía solidaria, pero se fueron dejando de lado porque en México las cosas suceden tan drásticamente que tienes que reaccionar; los temas apremian a ir de manera instantánea hacia otras latitudes en la lucha
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De hecho –dijo–, el campamento frente a la BMV es el único punto fijo donde se recolectan firmas para adherirlas a la demanda contra Calderón en La Haya.
Roberto, estudiante universitario, consideró que uno de los grandes logros del campamento es que ha servido para que mucha gente que comienza a participar políticamente se forme un criterio a partir de los talleres sobre la realidad en nuestro país y en el mundo
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Integrantes del campamento de la BMV y la Acampada Sur (en Coyoacán) coincidieron en que si bien ha disminuido el flujo de personas que trabajan de manera permanente en ambas sedes, continúa la voluntad para seguir generando actividades.
Mientras, en la explanada del Monumento a la Revolución, otro grupo de indignados llevó a cabo un tianguis con la mecánica de trueque.
Ahí mismo se realizó una asamblea, cuyos principales resolutivos fueron la condena a los atentados contra defensores de derechos humanos y la decisión de emitir –en los primeros días de enero– una postura ante el proceso electoral federal del próximo año, toda vez que nos queda claro que el sistema ya no funciona, y pensar en las elecciones es legitimarlo
, entre otros.