Leyenda viva del beisbol mexicano en las Grandes Ligas, Teodoro Higuera, se siente endeudado con una afición que no lo ha olvidado a pesar de los años y le gustaría hacer algo más por México, para que ya no se hable tanto de muerte, violencia ni de niños y jóvenes delincuentes.

Teo, como se le conoce en el mundo del rey de los deportes, está ávido por encontrar soluciones que pudieran mitigar un poco el dolor que sufre el país, que por momentos se olvida del amargo trago que está pasando cuando se destacan los logros deportivos de hombres y mujeres que marcaron época, como él con Cerveceros de Milwaukee.

México está con dificultades en muchos aspectos. Tanta muerte no me gusta desde Tijuana a Cancún; (el crimen organizado) lo dejaron crecer, lamentó el ex lanzador, quien sumó 94 victorias en la Gran Carpa.

Ahora que se tomó un año sabático, luego de tres décadas ininterrumpidas en el beisbol estadunidense y local –su más reciente aparición fue en la Serie Mundial 2010 con Fernando Valenzuela, ambos como entrenadores de pítchers–, Higuera reveló que en sus ratos libres en Los Mochis, su ciudad natal, he buscado dar paz dando pláticas en las ligas pequeñas con los padres de familia, porque está convencido de que la delincuencia viene de adentro, de rabia, dolor, impotencia por querer hacer algo y no puedes.

Se sufre mucho fuera del país

Bien trajeado, con unos kilos de más y con algunas canas en su cabello lacio, recordó que cuando estaba en Estados Unidos uno piensa mucho en México. Claro, eran otras épocas, pero uno sufre lo mismo, quieres sobresalir, ser alguien en la vida.

Parte de una generación que tuvo en el Toro Valenzuela a su máxima inspiración, Higuera consideró que la disciplina, profesionalismo y entrega es lo que ha marcado el éxito de los beisbolistas mexicanos en los diamantes estadunidenses y japoneses.

No critica ni envida los millonarios salarios con los que se tasan los actuales peloteros, incluido el jonronero Adrián González, de Medias Rojas de Boston.

Cada uno tiene su época y el pelotero cada vez se ve como un negocio y lo merece, por su dedicación y lesiones. Uno sufre, y más cuando la fama te envuelve, porque si no sabes cuidarte te lleva, te tira, recalcó Higuera.

Teo estaba muy emocionado ayer al convertirse en el primer beisbolista profesional en retiro en ingresar al Salón de la Fama de la Confederación Deportiva Méxicana (Codeme), al lado de 25 miembros más, entre ellos el coach Jacinto Licea y José Abed, vicepresidente de la Federación Mexicana de Automovilismo.

Asimismo, se hizo la entrega anual del Luchador Olmeca, con el que fueron 82 los galardonados por los resultados conseguidos este año, destacando medallistas panamericanos y parapanamericanos de Guadalajara.

El reportero de La Jornada, Jorge Sepúlveda Marín, recibió el premio José de Jesús Clark Flores y arrancó ovaciones al hacer una dura crítica hacia los que se esfuerzan más por comprar plumas a veces por muy poco, pero lo peor son quienes aceptan este trato, porque estoy cierto, les roba libertad y los denigran.

También fue premiado Antonio de Valdés, de Televisa, por su contribución periodística al deporte.