Barcelona, España, 14 de diciembre. El nuevo velero de la organización ecologista Greenpeace, el Rainbow Warrior III, llegó este miércoles al puerto de Barcelona (noreste) ante la algarabía de un centenar de personas que le dieron una colorida bienvenida, en su gira para celebrar los 40 años de la ONG.

La organización festeja así su cuadragésimo aniversario y aprovecha este periplo para agradecer las donaciones que permitieron financiar la moderna embarcación, de un valor de 23 millones de euros.

A ritmo de rumba y salsa, ante un centenar de personas de todas las edades que agitaban banderas arcoiris y carteles de bienvenida, el barco ecologista atracó en el muelle del Maremágnum al atardecer.

Es muy importante para Barcelona formar parte de las celebraciones de los 40 años de una ONG como Greenpeace, declaró a la Afp el concejal de medio ambiente del ayuntamiento de Barcelona, Joan Puigdollers.

El hecho de que Greenpeace haya escogido este puerto para su celebración confirma las fuertes relaciones que mantiene con Cataluña y Barcelona, agregó.

Durante los nueve días que estará atracado en Barcelona, el barco podrá ser visitado por el público, algo que no había sucedido en su viaje inaugural por Europa.

Además de las visitas guiadas, en su agenda figura un concierto de Rebeca Jiménez, talleres de pesca artesanal para escolares y una cena para la tripulación elaborada por el chef madrileño Diego Guerrero, reconocido con dos estrellas de la guía Michelin.

Para la construcción del Rainbow Warrior III se utilizó tecnología verde. El velero, de 58 metros de eslora, con capacidad para 32 tripulantes, navegará principalmente a vela para reducir el consumo de combustible y a motor cuando sea necesario.

Este nuevo Rainbow Warrior será el único capaz de entrar en ríos y puertos de poca profundidad, explicó la organización ecologista. Es el único barco a vela de Greenpeace y gracias al alto rendimiento del combustible que proporciona su diseño, será el principal barco de las campañas, agregó.

El primer Rainbow Warrior fue hundido en 1985 por los servicios secretos franceses cuando intentaba impedir test nucleares en el Pacífico. El segundo fue un buque de pesca reconvertido.