Volver al futbol mexicano no tiene sabor a revancha para Omar Bravo. Tampoco viene con la inquietud de pelearle el puesto a nadie en su nuevo club, el Cruz Azul. Para el delantero sinaloense el retorno tiene un tono mucho más amable: es sólo un juego y por tanto viene a divertirse, al menos eso dejó en claro la tarde de ayer, luego de cinco horas en las que se realizó exámenes médicos en un sanatorio al sur de la ciudad.

Un día después de que Emanuel Villa manifestó su malestar porque –según dijo– ya no interesan sus servicios en la ofensiva del club celeste, el recién incorporado atacante se desmarcó de una posible disputa y afirmó, sin embargo, que desea convencer al técnico Enrique Meza.

Yo no tengo revanchas con nadie, me dedico a jugar, esto es futbol, vengo a disfrutar, me divierto y si todo se da, estaré encantado de la vida, declaró.

Cruz Azul es un equipo grande, no desconozco la situación y cualquier jugador que viene aquí sabe la responsabilidad de llegar a un club como este.

Si todo está en orden, Bravo cerraría finalmente el acuerdo para formar parte de las filas celestes. Me siento al ciento por ciento físicamente y mentalmente para estar aquí a gusto, agregó.

Con ese ánimo, el sinaloense precisó que aun cuando no piensa en volver a la selección mexicana, no pierde la esperanza, a propósito de la oferta incluyente que hizo el entrenador Chepo de la Torre. Hay que trabajar duro y mientras José Manuel diga que tenemos las puertas abiertas hay que trabajar.

La calidad de Bravo no está en duda para el delantero Christian Giménez, pues ahí están los 108 goles que hablan bien de él. Es cierto –explicó Chaco– que en Europa, cuando militó en el Deportivo La Coruña, no tuvo suerte, pero es un buen jugador que favorece a La Máquina.

Sin embargo, Chaco cambió incluso de talante cuando habló de su compañero y compatriota Emanuel Villa y su posible salida del conjunto cementero.

“Tenemos que valorar a un jugador como Tito, probablemente uno de los mejores delanteros del futbol mexicano”, comentó con tono de malestar.

“Muchos delanteros muy buenos han pasado por Cruz Azul y ninguno ha hecho los 60 goles de Tito”, recordó.

El mediocampista se resistió a asumir la voz de su compañero, al que además considera su amigo, y eludió tomar una postura sobre si lo que sucede con Villa es injusto. Sólo confirmó con seriedad su percepción acerca del papel de su compañero sobre las canchas. Yo no soy directivo, pero si lo fuera lo tendría en mi equipo, concluyó simplemente.

Al hablar de su situación, Chaco consideró que es inmejorable y aún tiene dos años de contrato. A dónde voy a estar mejor si no en Cruz Azul, soltó ya de mejor semblante. Más allá de los resultados, que no hemos conseguido el título, no todo está mal en el club.

Recordó que consiguieron un boleto a la Copa Libertadores, torneo en el que hacía tiempo no participaban y en el que fueron finalistas en 2001.

Giménez reiteró que está entusiasmado de seguir en el club, por eso aclaró unas declaraciones que hizo al fragor de la eliminación el torneo pasado, que provocaron especulaciones sobre una incomodidad en el plantel. No quisiera irme, al contrario, sigo siendo un cabeza dura y hasta el último día trataré de dar lo mejor.