Miguel Herrera no se anda con rodeos y quiere apostar a su estilo, darle otro concepto al América, un equipo que armará con lo que tiene, pero tampoco promete ofrecer a la afición algo como ser un Barcelona, Real Madrid o Manchester United en el estadio Azteca.

Directo y sin tapujos, El Piojo afirmó que se tiene que hablar con la verdad, porque el americanismo real lo hace la afición y sufre de corazón, así que la única forma de convencerla es ganar bien y dar resultados en la cancha.

El técnico de las Águilas no se comprometió a que lleguen más refuerzos, aunque todavía podrían buscar a algunos, ninguno extranjero, y eso dependerá de los siguientes días, una vez que concluyan las pláticas con la directiva, encabezada por Ricardo Peláez y Yon de Luisa.

Al finalizar la práctica en Coapa, Herrera aseguró: No vengo a vender humo, sólo a hacer mi trabajo y que el equipo funcione, a eso me comprometí, que se “diga que el América no recibe goles, ni uno, los menos posibles, y sí hacer muchos (tantos).

Muchos piensan que el América tiene mucha lana, como si uno tuviera cacahuates, claro, se hacen inversiones basados en resultados, no es comprar y nada más. No hay austeridad ni es un derroche, pero tampoco hay que prometer (a la afición) que mañana van a ver a un Barcelona en el Azteca.

Con una chamarra con tonalidades más naranjas que amarillas y con la gorra del club, el estratega expuso que no se necesita ser luminaria o figura del América (Blanco, Reinoso, Tena, Zague) para estar al frente, aquí, dijo, llegó (Leo) Beenhakker, los hizo vibrar e ilusionar con muchas cosas sin haber pisado nunca antes este lugar. La afición quiere ver a su equipo ganar y crear nuevos ídolos.

En la conferencia también estuvo el portero Moisés Camacho, anunció uno de los nuevos integrantes de prensa en alusión a Muñoz, uno de los refuerzos que trajo El Piojo –además de Christian Bermúdez– del Atlante.

Muñoz pidió paciencia a los seguidores amarillos y expresó que no le atemoriza ocupar el puesto que dejaron Guillermo Ochoa y Armando Navarrete, pues anhela hacer su propia historia en el América.

Explicó que ahora es diferente a cuando dejó el Morelia para irse al Atlante y relevar a Federico Vilar, porque todos le cuestionaban que iba a rellenar sus zapatos y lo único que me puse a hacer fue trabajar y a romperme el alma, como lo hago con la camiseta que me pongo.

En cuanto a la criticada defensa americanista, Muñoz confía en sus compañeros. Es un nuevo esquema, una línea de cinco, hemos estado entrenado con esta nueva formación, he podido platicar con ellos para explicarles los movimientos que debemos hacer a la hora de salir, recalcó el guardameta.