Luego de 17 años de diversos estudios practicados a los restos óseos y a la tumba de la Reina Roja, todo indica que la osamenta descubierta pertenece a la esposa del Rey Pakal y no a su madre, como se había pensado tras el hallazgo de 1994 en el Templo XIII de Palenque, Chiapas.

Así lo explicó Arnoldo González Cruz durante la presentación de su libro La Reina Roja: una tumba real, efectuada la noche del miércoles en el Museo Nacional de Antropología. El arqueólogo dijo que a partir del hallazgo se han realizado estudios arqueológicos, bioantropológicos, de conservación y de restauración.

El especialista, quien fue director de las excavaciones en el Templo XIII, plantea: “Todo apunta a considerar que estos análisis, además de los estudios en antropología física, epigrafía y la temporalidad de los materiales arqueológicos encontrados en la tumba, indican que la señora Tz’ak-b’uAjaw parece ser la candidata que ocupó el sarcófago.

El estudio epigráfico permite ver que la esposa de Pakal murió el 13 de noviembre del año 672 dC y debió tener alrededor de 50 o 60 años de edad, lo que encaja perfectamente con las fechas propuestas, aseveró.

En torno a la Reina Roja se han realizado estudios en la tumba y en los restos óseos que estaban cubiertos con cinabrio (mineral rojo); además de que los expertos hicieron una reconstrucción facial de la mujer a partir del cráneo. También existen coincidencias de ella con algunas representaciones en tableros palencanos, los cuales sugieren que podría tratarse de la esposa de Pakal II.

Los especialistas también han practicado análisis de ADN y de carbono 14 en los restos óseos, que muestran que no existe parentesco con el mítico rey.

Asimismo, el material cerámico descubierto en la tumba de la Reina Roja coincide con algunos de los objetos hallados en la sepultura de Pakal, la cual se encuentra en el Templo de las Inscripciones, precisamente junto al Templo XIII.

No obstante, afirmó González Cruz, la biografía de la Reina Roja no concluye con el libro, porque es probable que en un futuro cercano se generen nuevos datos arqueológicos en el subsuelo.