Es el primer político de habla francesa en gobernar desde 1974
Miércoles 7 de diciembre de 2011, p. 30
Bruselas, 6 de diciembre. Año y medio después de las elecciones anticipadas de junio de 2010, que dejaron a Bélgica con un gobierno interino, el rey Alberto II tomó juramento este martes en el castillo de Laeken, ubicado en las afueras de la capital, al gobierno encabezado por el socialista francófono Elio di Rupo.
La ceremonia puso fin a 541 días sin gabinete estable y a la crisis política, marcada por las fuertes diferencias ideológicas y económicas entre flamencos y valones por la reforma del Estado federal.
El norte flamenco es de derecha y el sur francoparlante en Valonia es de izquierda. En el trasfondo de la crisis, que mantuvo en vilo a Bélgica, está el hecho de que los flamencos, que representan 60 por ciento de la población, tiene la sensación de pagar por los francohablantes más pobres, acusados de no hacer los esfuerzos necesarios para mejorar la situación económica del país.
Con su característica corbata de moño y traje oscuro, Di Rupo promulgó una fórmula de juramento corta en las tres lenguas oficiales belgas.
Juro fidelidad al rey, obediencia a la Constitución y a la ley
, dijo el nuevo primer ministro en francés, neerlandés y alemán.
Este miércoles, Di Rupo y sus 12 ministros más seis secretarios de Estado procedentes de seis partidos que forman la coalición (socialistas, democristianos y liberales francófonos y flamencos) presentarán la declaración del gobierno ante el Parlamento, que tiene previsto ratificar al Ejecutivo el sábado.
Antes de recibir el voto de confianza de los diputados, Di Rupo representará a Bélgica en la cumbre de la Unión Europea de este jueves y viernes.
A los 60 años, Di Rupo, hijo de inmigrantes italianos, doctor en Ciencias y presidente regional de Valonia entre 2005 y 2007, es el primer francófono en gobernar Bélgica desde 1974. Es también uno de los pocos jefes de gobierno en el mundo en ser abiertamente homosexual.