Mérida, Yuc., 5 de diciembre. En una cumbre marcada por las ausencias de presidentes, 10 países demandaron, a iniciativa de México, que Estados Unidos adopte medidas drásticas para disminuir el flujo de dinero, de armas y el consumo de drogas.

El presidente Felipe Calderón, anfitrión de la reunión del Mecanismo de Tuxtla, se quejó antes de que el Pacto de San José se quedó trunco por la decisión de Venezuela de abandonar este proyecto, y anunció su reactivación con 160 millones de dólares aportados por México para un fondo de infraestructura.

Cuatro horas después de iniciados los trabajos en el Centro de Convenciones Siglo XXI, suscribieron el documento crítico a Estados Unidos los presidentes de México, Felipe Calderón; de Guatemala, Álvaro Colom; de República Dominicana, Leonel Fernández; de Honduras, Porfirio Lobo, y de Nicaragua, Daniel Ortega.

La otra mitad de presidentes convocados ya no lo suscribió. El colombiano Juan Manuel Santos se retiró el día anterior; el panameño Rafael Martinelli también dejó Mérida por la mañana, mientras los mandatarios de El Salvador, Belice y Costa Rica fueron representados por sus cancilleres o vicepresidentes.

El documento

La declaración, dirigida fundamentalmente a Estados Unidos y otros países consumidores de drogas, señala que lo deseable es una sensible reducción de la demanda de estupefacientes y, si ello no es posible, pidieron a las autoridades explorar todas las alternativas posibles, entre ellas opciones de regulación o de mercado, para eliminar las ganancias exorbitantes de los traficantes.

Con la reducción del consumo se evitaría el trasiego de drogas, que provoca altos niveles de violencia, explica el texto, leído al concluir la sesión por el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré.

Pidieron además a los congresos de Estados Unidos y de otros países productores y vendedores de armas establecer medidas efectivas para regular la venta ilegal de armas de asalto.

Refrendaron su compromiso de seguir luchando con determinación en contra de grupos criminales, sin menoscabo de políticas sociales y de medidas en pro de la prevención de tratamientos contra las adicciones.

Este foro fue espacio para que el guatemalteco Álvaro Colom se despidiera de sus colegas, ya que concluye su gobierno en enero de 2012. Lo vamos a echar de menos, pero quiero decirle que hay vida más allá de la política, comentó el chileno Sebastián Piñera, quien participó como observador.

Antes de abandonar México para atender asuntos urgentes, Martinelli secundó el comentario de Piñera, y al final del encuentro el presidente Felipe Calderón entregó un reconocimiento a su homólogo guatemalteco.

Calderón consideró que este mecanismo, creado hace 20 años para impulsar la paz en Centroamérica, cumplió sus objetivos, y exhortó a los países participantes a fortalecer la gobernabilidad, para transitar de una democracia de elecciones libres y respetadas a una participativa.

La segunda parte de la sesión número 13 del Mecanismo de Diálogo y Concertación de Tuxtla se desarrolló en privado. Cuando Calderón declaró un receso de cinco minutos, el nicaragüense Daniel Ortega iba a participar, pero prefirió hacerlo después, sólo que el resto de la sesión ya se hizo a puerta cerrada.

Por la mañana, Calderón y los presidentes de Honduras y Guatemala firmaron una declaración para la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio (TLC), que representa un mercado potencial de 150 millones de consumidores.

Con ello se unifican acuerdos independientes suscritos previamente entre México, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.

La declaración fue firmada por Calderón, Lobo y Colom. Los cancilleres de Nicaragua, Costa Rica y El Salvador también la suscribieron.

Suscrito el 22 de noviembre en El Salvador, este acuerdo deberá ser aprobado por el Senado de México, aunque no se espera oposición, porque ya había tratados previos.

Actualmente el monto de intercambio comercial entre los seis países es superior a 6 mil 500 millones de dólares.

Calderón prometió que, con la armonización de reglas, este instrumento facilitará el comercio y reducirá los costos de empresas.

Aprovechó para hacer su clásica defensa del libre comercio, al asegurar que México no fue devorado por Estados Unidos y Canadá porque el Tratado de Libre Comercio de América del Norte es un gran activo para el país.