Iusacell y Nextel anunciaron ayer que llegaron a un acuerdo para desistir de todos los litigios relacionados con la licitación 21, que los han tenido enfrentados por más de un año, proceso en el cual la empresa de Ricardo Salinas Pliego interpuso más de 60 recursos legales. Hoy la concesión de Nextel para ofrecer servicios de telecomunicaciones queda firme, declaró Grupo Iusacell.

En informes por separado las empresas señalaron que el acuerdo –del que no dieron más detalles– es resultado del llamado del gobierno federal a crear un ambiente de competencia sano, con certidumbre y para beneficio para los usuarios de servicios de telecomunicaciones.

Casi al mismo tiempo de que las empresas revelaron el acuerdo, el presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), Mony de Swaan, dio la noticia en Twitter. Momentos antes había escrito que al parecer el día terminaría con buenas noticias.

La Cofetel diseñó, condujo y aprobó la licitación 21, y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes se encargó de entregar los títulos correspondientes.

La SCT dijo que al anularse todos los juicios será posible concretar las inversiones comprometidas para el desarrollo de las redes, fortaleciendo así la capacidad de los operadores para la prestación de los servicios móviles, en un entorno de certidumbre jurídica. Reiteró el llamado a los concesionarios de telecomunicaciones para que los servicios se presten en un ambiente de sana competencia y dentro del marco de la ley, a fin de lograr el desarrollo eficiente del sector en beneficio del público usuario.

Durante más de un año Iusacell se manifestó en contra de cada una de las etapas de la licitación 21, pero sobre todo destacaba que Nextel erogó sólo 180 millones 300 mil pesos por 30 megahercios (Mhz) en la banda de 1.7 gigahercios (Ghz), mientras otros operadores pagaron 5 mil millones de pesos por una cantidad de espectro similar pero de cobertura regional, y sostuvo que eso representaba un daño patrimonial al gobierno mexicano por 5 mil millones de pesos.

Sin embargo, ayer Iusacell informó que se terminaron las diferencias con Nextel porque ambas empresas coinciden en que la industria de las telecomunicaciones y los consumidores requieren más y mejores servicios y precios más competitivos, que sólo pueden ser producto de un entorno de certidumbre, competencia sana e igualdad de condiciones para todas las empresas que prestan este tipo de servicios. Hoy la concesión de Nextel para ofrecer servicios de telecomunicaciones queda firme, y con ello habrá una nueva oferta para los usuarios.

Iusacell señaló que el desistimiento de los litigios es resultado de la voluntad y buenos oficios del secretario de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez Jácome, quien se comprometió a promover reglas parejas para todos y terminar así con la discrecionalidad y los abusos en el mercado de telecomunicaciones.

Nextel señaló que el acuerdo con Iusacell busca generar un entorno de distensión que favorezca la sana competencia en un sector esencial para el desarrollo nacional, y reiteró que se trata de una decisión derivada del llamado del gobierno federal para dar impulso a la competencia, convergencia y cobertura, que beneficie a los usuarios de telefonía mediante las disponibilidad de más y mejores servicios, El compromiso es realizar un trabajo que garantice un sector estable y pujante en el que predomine la certidumbre jurídica, señaló.

La licitación 21 ha sido tal vez el proceso más polémico para poner a disposición del sector privado espectro radioeléctrico dedicado a la prestación de servicios de telecomunicaciones. El rechazo que se desató en contra de que Nextel se adjudicara 30 Mhz en la banda 1.7 no sólo fue de Iusacell, sino también de legisladores, académicos, especialistas en telecomunicaciones, incluso fue motivo de que el Congreso hiciera un llamado al presidente de la república a detener el proceso y volverlo a diseñar desde las bases.