Cultura
Ver día anteriorMartes 6 de diciembre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

El artista de origen francés recibirá un homenaje en Bellas Artes

Murió Michel Descombey, bailarín y coreógrafó; fundó el BTE
Foto
Michel Descombey, en imagen de 2002Foto Alfredo Domínguez
 
Periódico La Jornada
Martes 6 de diciembre de 2011, p. 6

El bailarín, coreógrafo y fundador del Ballet Teatro del Espacio (BTE), Michel Descombey, falleció este lunes a los 81 años de edad, en su domicilio de la ciudad de México.

Descombey, quien fue codirector –junto con Gladiola Orozco– del BTE, en los meses recientes recibió terapias de rehabilitación a causa de dos infartos cerebrales ocurridos en 2004 y el pasado mayo.

La coreógrafa y bailarina Jéssica Sandoval informó que Descombey murió a las 18 horas. Sus restos son velados en la funeraria del Panteón Francés y serán cremados este martes. Alrededor de las 13 horas se tiene programado un homenaje en el Palacio de Bellas Artes.

Descombey nació en Francia el 28 de octubre de 1930, aunque hacía más de 30 años radicaba en México. Se destacó por su labor para hacer de la danza un arte comprometido con la sociedad.

Comenzó su carrera profesional como integrante del Cuerpo de Ballet de la Ópera de París; fue nombrado primer bailarín, maitre de ballet y coreógrafo oficial, y después director de esa institución.

Posteriormente fundó el Ballet Estudio de la Ópera, el cual mantuvo estrecho contacto con las casas de cultura francesas. También dirigió el Ballet de la Ópera de Zurich y trabajó en diversas ocasiones con el Ballet Independiente de México, que luego se convirtió en el BTE, del que fue director asociado, junto con su pareja Gladiola Orozco, y coreógrafo principal.

Varias de sus obras han sido presentadas a escala mundial. Fue nombrado caballero de la Orden de las Artes y de las Letras, distinción otorgada por André Malraux, ministro de Cultura del gobierno de Charles de Gaulle.

Acerca su pasión por el arte dancístico, Descombey afirmaba: Para mí, entrar a la danza era una posibilidad de expresarme en lugar de escribir un texto. La danza me enseñó que yo podía proponer a través de un lenguaje coreográfico.