Lunes 5 de diciembre de 2011, p. 38
Acapulco, Gro., 4 de diciembre. La población indígena en Acapulco sufre discriminación y olvido; no obstante, ha mantenido vivas sus tradiciones gracias a sus sistemas de enseñanza, los cuales sobreviven en los ocho planteles de educación bilingüe que hay en el puerto, dio a conocer la investigadora Cristina Gabriela Barroso Calderón, de la Universidad Autónoma Metropolitana y de la Universidad Autónoma de Guerrero.
Consideró que las autoridades deben fortalecer las escuelas indígenas de Acapulco, un modelo que en Brasil llamó mucho la atención
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Entrevistada al término de la asamblea constitutiva del Movimiento Indígena de Acapulco, en el auditorio del parque Papagayo, Barroso Calderón afirmó que el principal problema de los indígenas en el municipio es la falta de servicios como agua, electricidad y seguridad, además del desempleo.
Barroso Calderón indicó que un ejemplo de la riqueza cultural de las etnias son sus lenguas, un elemento de identidad que conservan pese a radicar en Acapulco, donde dominan el español y el inglés.
Las escuelas donde se busca preservar las lenguas indígenas son la Acamapitchtli, en la colonia Arbolada 19, que cuenta con un coro infantil; la Ve’esabi, en la colonia Unidos por Guerrero; la Caritino Maldonado, en la colonia Juan R. Escudero; así como los jardines de niños Gabriela Mistral y San Miguelito, además de dos anexos en Altos del Coloso y San Agustín.
El Censo 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía señalaba que la población indígena en el puerto ascendía a 25 mil 586 personas, pero líderes de organizaciones locales consideran que la cifra podría duplicarse, pues muchos residentes esconden su identidad o se desplazan constantemente por el estado.