Ocampo, Dgo; 1º de diciembre. Al realizar una evaluación de la sequía que agobia el norte del país, el presidente Felipe Calderón hizo una pausa para ofrecer un balance de su gobierno, en el que ha habido aciertos y errores, pero que ha tenido que afrontar un poco las plagas de Egipto: la crisis económica mundial más severa, la presencia de un virus desconocido (la influenza), la sequía, ah, se me olvidaba, nos ha tocado enfrentar también el peor flagelo que ha visto México en mucho tiempo, que es la violencia y la ferocidad de los criminales.

Ante cuatro gobernadores, todos de extracción priísta, abundó en su desempeño en materia de seguridad: nunca habían sido tan agresivos, tan despiadados, tan ofensivos con la gente como ahora. Pero en lugar de dar la vuelta, en lugar de sacatearle, en lugar de irse y mirar a otro lado, decidimos hacerle frente.

Felicitado por los priístas César Duarte, de Chihuahua, y Miguel Alonso, de Zacatecas, el titular del Ejecutivo prodigó múltiples agradecimientos, incluido a Dios, por permitirle servir al país. Dios sabe por qué hace las cosas y también Dios sabe por qué nos llama a cada uno a enfrentar determinadas circunstancias, a exigirnos a cada uno que pongamos nuestros talentos.

Agradeció incluso hasta sus adversarios, quienes, dijo, me obligan a estar atento, alerta y a no bajar la guardia. Y eso me permite mantenerme en pie. A lo mejor algunos no quisieron que durara ni un día en la Presidencia, ya llevamos cinco años y vamos por el que resta, por el sexto, que va a ser el del cierre y el fuerte.

En cualquier caso, más allá de aciertos y errores, el Presidente afirmó: se los digo con claridad y a los ojos, que vamos a salir adelante.

Dedicó parte de sus reconocimientos a sus colaboradores, y recordó a sus dos secretarios de Gobernación fallecidos en el sexenio: Juan Camilo Mourino y Francisco Blake Mora. De paso pidió un reconocimiento de todos a los cientos de soldados, marinos, policías federales y agentes del Ministerio Público que han fallecido en la lucha por cuidar la seguridad de las familias.

Se dijo satisfecho por los niveles de aceptación de su gobierno, pese a que han sido años muy duros, por las plagas de Egipto que le han caído al país en el sexenio. Se vivió la peor crisis económica mundial que le haya tocado a una generación, la primera que no haya tenido su origen en el país. Nos dio con todo, sobre todo, hace dos años y todavía ahí andan los americanos trastabillando y los europeos totalmente bocabajeados.

Vino la influenza, cuándo se ha visto que salga un virus nuevo que no se conocía en el mundo, aquí precisamente en México, luego ahora la peor sequía. Lo importante es no arredrarse.

Protocolarios, los gobernadores de Zacatecas y de Chihuahua buscaron espacio en sus discursos sobre el desastre que les ha dejado la sequía y de peticiones al gobierno federal para recordar la fecha. El zacatecano le dijo que ha tenido seis años de una conducción patriótica y le auguró que el último año será el exitoso.

Duarte recordó que hace cinco años a estas horas estábamos escribiendo historia. Estaba llegando usted a la Presidencia de México y ha hecho, sin duda, una labor heroica y extraordinaria.