Representantes de las procuradurías General de la República, General de Justicia del Distrito Federal, Ambiental y de Ordenamiento Territorial y Federal de Protección al Ambiente (Profepa) efectuaron ayer una diligencia en el campamento de trabajadores de limpia Ojo de Agua, en la delegación Magdalena Contreras, y se comenzaron a retirar los residuos médicos que fueron depositados ilegalmente en ese predio.

De acuerdo con fuentes cercanas a esa investigación, se tienen ya elementos suficientes para considerar que entre esos desechos –que provenían del Hospital Ángeles– no había materiales catalogados como biológico-infecciosos, por lo que las autoridades federales que conocieron inicialmente de ese caso dejarían todas las pesquisas y sanciones contra las instancias capitalinas.

Según los datos que se tienen, en el campamento de limpia se habrían depositado, al menos, la carga de dos camiones con residuos médicos, aunque las autoridades locales estarían todavía determinar la cantidad exacta de desechos enterradas ahí y que luego se cubrieron con asfalto.