San Cristóbal de las Casas, Chis., 30 de noviembre. Las 68 familias guatemaltecas refugiadas en el municipio tabasqueño de Tenosique desde el 23 de agosto, cuando fueron desalojadas de sus tierras por la policía y el ejército, exigieron al gobierno de su país que cumpla la oferta de reubicarlas, pues cada día tienen menos provisiones para sobrevivir en México.

Ya nos habían ofrecido cuatro hectáreas por familia, pero ahora el gobierno se está echando para atrás, dijo Aroldo Morales López, uno de los representantes de los desplazados.

Mientras, el sacerdote Tomás González Castillo, responsable del albergue La 72 y del Centro de Derechos Humanos de Tenosique, aseguró que la situación de los desplazados es una tragedia. El domingo pasado constatamos que no hay agua ni para bañarse porque el arroyo se secó.

Recordó que el gobierno de Guatemala sólo en dos ocasiones ha enviado un poco de alimento a los refugiados (entre 250 y 260), y las autoridades mexicanas les han brindado muy poca ayuda.

El 23 de agosto las familias huyeron de las tierras que desde 1999 ocupaban en La Nueva Esperanza, municipio de La Libertad, departamento de El Petén. Soldados y policías destruyeron sus bienes. Fue la tercera ocasión en que los expulsaron con el argumento de que sus terrenos son área protegida.