Ficht sostiene calificación a EU pero rebaja perspectiva a negativa
Martes 29 de noviembre de 2011, p. 25
Washington, 28 de noviembre. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, presionó a funcionarios de la Unión Europea para que actúen rápida y decisivamente para resolver su crisis de deuda, que la Casa Blanca asegura que estaba pesando en la economía estadunidense.
A su vez, la agencia Fitch anunció hoy que mantiene su calificación de la deuda soberana de Estados Unidos en la máxima nota posible AAA, pero rebaja la perspectiva a negativa, una semana después del fracaso de las negociaciones del supercomité del Congreso para alcanzar un acuerdo en la rebaja del déficit.
La reunión del lunes en la Casa Blanca con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso –en una cumbre anual entre líderes de Washington y Bruselas– le dio la oportunidad a Obama de redoblar la presión sobre los funcionarios europeos para que actúen decisivamente a fin de evitar un mayor contagio.
Barroso y Van Rompuy llegaron a Washington con ideas sobre cómo impulsar el comercio y la inversión a través del Atlántico, incluyendo esfuerzos para apoyar el desarrollo de automóviles eléctricos, redes inteligentes y nanotecnología, con menos burocracia y reduciendo aranceles.
El secretario del Tesoro estadunidense, Timothy Geithner, y consejeros de la Casa Blanca tomaron parte en la reunión a puertas cerradas, que no incluyó a Angela Merkel, Nicolas Sarkozy y a otros jefes de Estado europeos que necesitan tomar duras decisiones para salvar la eurozona.
El presidente reflexionará en sus conversaciones de la reunión de hoy (...) que Europa necesita tomar acción definitiva, concluyente, para manejar este problema, y que tiene la capacidad para hacerlo
, declaró el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
Los sucesos en Europa obviamente tienen un impacto en nuestra economía. Creó un viento en contra por mucho de este año (...) y continúa creando ese viento en contra
, agregó.
Van Rompuy y Barroso ejercen influencia como jefes de instituciones clave de la UE en el corazón de los esfuerzos para enfrentar la crisis, que ha sembrado dudas sobre el futuro del bloque común de 17 naciones en un momento de debilidad para la economía global.
Obama previamente había dicho que calmar a los mercados requeriría algunas duras decisiones
en Europa, pero no entró en detalles. Algunos en Washington creen que el Banco Central Europeo podría ser más activo en la crisis, aunque es un punto de vista impopular al otro lado del Atlántico.
Obama ha hablado de manera regular con la canciller alemana, Angela Merkel, con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y con otros líderes europeos, mientras las preocupaciones por la deuda se han apilado en Grecia, Italia y España, dañando los mercados de acciones y sembrando dudas acerca del crecimiento y las exportaciones de Estados Unidos.
Evitar el contagio de la crisis europea es vital para Obama, cuyas perspectivas de relección dependen de su habilidad de blindar la economía de Estados Unidos ante otro derrumbe y de bajar la tasa de desempleo que llega a 9 por ciento. Varias compañías, incluyendo Microsoft, Pfizer, Deutsche Bank y Coca-Cola han dicho que existen oportunidades importantes a través del Atlántico, incluso si Estados Unidos y Europa crecen lentamente.
Estados Unidos y Europa permanecen en el corazón de la economía mundial, cada uno es el más importante mercado para bienes, servicios, capital e ideas
, dijo en una carta.